Entre las 20 millones de piezas del museo se destacaban el cráneo de Luzia, considerado el mayor tesoro arqueológico del Brasil, y la colección de momias egipcias más grande de América Latina y una de las mayores bibliotecas de la región.
El Museo Nacional de Río de Janeiro, devorado este domingo por un devastador incendio, alberga unos 20 millones de piezas que datan de la época imperial brasileña.
Creado por el rey Juan VI de Portugal en 6 de junio de 1818, es considerado el centro de historia natural más antiguo de América Latina y el quinto mayor museo del mundo en cuestión de acervo e incluye colecciones de animales disecados, utensilios indígenas, momias y fósiles.
El portal el Museo señala que en su acervo había una colección egipcia y otra de arte y artefactos grecorromanos, así como colecciones de paleontología que incluyen el esqueleto de un dinosaurio hallado en la región de Minas Gerais y el más antiguo fósil humano hallado en el actual Brasil, bautizado "Luzia".
Si bien aún no se han cuantificado daños, estos artefactos invaluables podrían haberse perdido para siempre.
La mujer más vieja de América
"Luzia" formaba parte de la colección de Antropología Biológica. Descubierta en 1974, se calculaba que tuviera más de 11 mil años y por eso era apodada "la mujer más veja de América".
Se trata de una mujer que murió entre los 20 y los 25 años de edad y fue una de las primeras poblaciones de Brasil.
El descubrimiento del cráneo de Luzia y la reconstitución de su cara – que reveló rasgos similares a los de los negros africanos y los aborígenes australianos – cambió las principales teorías sobre el poblamiento de las Américas.
Luzia es considerado el mayor tesoro arqueológico del país. Ahora podría haberse perdido por siempre.
Uno de los meteoritos más grandes del mundo
Otra de las piezas más valiosas de la colección del museo era el Bendegó, el mayor meteorito jamás encontrado en Brasil, hallado en Bahía en el siglo XVIII.
La roca, pesada 5 toneladas, es originaria de una región del Sistema Solar entre los planetas Marte y Júpiter y tiene unos 4.560 millones de años. El meteorito fue hallado en 1784, en Monte Santo, en Bahía. En la época del hallazgo era el segundo meteorito más grande del mundo. Actualmente, ocupa la 16ª posición. La roca era parte de la colección del Museo Nacional desde 1888.
Momias precolombinas y egipcias
El museo era también célebre por su colección de momias precolombinas y egipcias, la mayor de América Latina.
Entre las momias andinas se destacaba la del cuerpo momificado de un indio Aymara, una tribu precolombina que vivía en la zona del Lago Titicaca (entre Perú y Bolivia), de entre los 30 y los 40 años, cuya cabeza fue artificialmente deformada, una práctica común entre algunos pueblos de aquella región.
El Museo también tenía la mayor colección de momias egipcias de América Latina. Son momias de adultos, niños y también de animales, además de gatos y cocodrilos. La mayoría procede de la región de Tebas. La colección también cuenta con lápidas con inscripciones en jeroglíficos.
Trono del rey de Dahome
El trono del rey de Dahome está en la colección del Museo Nacional desde 1818. El reino de África, creado en el siglo 17, se situaba donde hoy está el Benin y duró hasta finales del siglo 19. La pieza fue una donación de los embajadores del Rey Adandozan (1797-1818) al príncipe regente D. João VI. El reino fue conocido por tener un ejército formado por mujeres guerreras.
Otros fósiles
La primera réplica de un dinosaurio grande jamás montada en Brasil era otro de los atractivos principales del Museo Nacional. La réplica del maxakalisaurus, un herbívoro de 9 toneladas y 13 metros de largo, tenía una sala sólo para él. El dinosaurio vivió hace unos 80 millones de años en la región del Triángulo Minero. "Sin duda, él es el preferido del público", dijo el director Alex Kellner a medios brasileños.
Los fósiles del perezoso gigante (Megatherium) e y del tigre de diente de sable (Smilodon), dos exponentes del período de la megafauna brasileña que convivieron con los hombres prehistóricos hace 11 mil años, también eran entre los atractivos históricos del museo.
Docientos años de historia de Brasil
Además de los tesoros arqueológicos, el museo también guardaba artefactos que permitían hacer un recorrido de dos siglos de historia de Brasil.
El proprio edificio era extremadamente valioso: entre otras cosas, fue escenario de la primera Asamblea Constituyente de la República, de noviembre de 1890 a febrero de 1891, que marcó el fin del imperio en Brasil.
"Creo que el palacio en sí es el ítem individual más importante de la colección porque cuenta buena parte de la historia de nuestro país ", dijo el director Alex Kellner.
La colección de piezas sobre la historia brasileña iba desde la época del descubrimiento de Brasil, en 1500, hasta la Proclamación de la República, en 1889. Entre ellas, se destacaban el Cañón del Medio Día, de 1858, usado por D. Pedro I y Theresa Christina María y el Reloj del Sol.
El Museo Nacional tenía también una colección significativa de piezas indígenas, como las máscaras hechas por los indios Ticuna, que representan entidades sobrenaturales y se utilizan en el "ritual de la joven joven", que marca la primera menstruación de las niñas y su entrada en la vida adulta.
Una de las mayores bibliotecas de América Latina
Vinculada a la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), la institución contaba con una Biblioteca Central creada en julio de 1863. Era una de las mayores de América Latina en el área de ciencias antropológicas y naturales. Son más de 500 mil títulos, entre ellos obras raras, como la publicación Historia naturale, del autor romano Plinio el Viejo, datada de 1481 – la obra más antigua de la colección.
El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo sentir "un desánimo profundo" y una "inmensa rabia". "Todo el archivo histórico, que estaba almacenado en un punto intermedio del edificio, fue totalmente destruido. Son 200 años de historia que se fueron", afirmó.
En efecto, algunas de sus atracciones más populares ya no podían ser visitadas por el público debido a problemas estructurales, como el esqueleto de una ballena jorobada y el Maxakalisaurus topai, el primer dinosaurio de gran porte montado en Brasil.
El ministro de Cultura de Brasil, Sérgio Sá Leitao, dijo que la situación "es lamentable", pero comentó que el incendio es consecuencia de "años de negligencia".
"Que eso sirva de alerta para que tragedias como esa no se repitan en otros museos y otras instituciones", afirmó el ministr