El ataque al joven de 18 años ocurrió el miércoles por la noche. Creen que podrían haber intentado robarle la moto o que se confundieron de persona
Tucumán - Luis Fernando “Chata” Castellano tenía 18 años y era mecánico de camiones y de colectivos. Había montado un taller en su casa de Ramírez de Velasco al 2.500, en el barrio Esteban Echeverría. Ayer, los restos del adolescente fueron velados en una habitación de esa humilde vivienda. Tres días antes, el joven había sido víctima de un brutal crimen. El miércoles por la noche recibió un disparo en la cabeza que lo dejó con muerte cerebral. Fue baleado cuando circulaba en una motocicleta junto a un conocido por la zona conocida como “El Country”, en Villa Muñecas.
Según fuentes policiales, en ese sector ubicado en el norte de la capital, a la altura de la calle Álvarez Thomas al 2.500, se habrían estado registrando enfrentamientos entre bandas en las últimas semanas. La pelea por el dominio territorial sería el principal motivo, ya que semanas atrás, personal de la Digedrop desarticuló un grupo conocido como Los Comuneros.l
Alejandra Lucena, madre de “Chata”, decidió donar los órganos de su hijo al saber que su cuadro era irreversible. “Finalmente, a pesar del dolor, salvamos seis vidas”, le dijo a LA GACETA. Agregó que las circunstancias del crimen, por el momento, son confusas para la familia.
“Algunos dicen que ellos (su hijo y un conocido) pasaron en motocicleta y que les dispararon. Otros comentaron que lo balearon unos tipos que los habían llamado cuando pasaban para robarle la moto. Los vecinos de la zona saben bien lo que sucedió. Hay muchos testigos”, contó Lucena.
El hecho se registró cerca de las 22. Un vecino de apellido Chávez habría salido en moto junto a Castellano rumbo a Villa Muñecas. La madre del joven asesinado dice que sólo eran conocidos del barrio y que “Chata” se habría ofrecido a llevarlo “para hacerle un favor, aunque no eran amigos”.
“Mi hijo no se fijó quién era esa basura. Ese fue el que lo llevó para que lo mataran”, se lamenta. Chávez resultó ileso y fue dado de alta horas después del mortal ataque. “A mi hijo le dispararon en la cabeza y lo golpearon. Son una basura, unos asesinos”, renegó.
Mensaje al hermano
Ariel, el mellizo de “Chata” recibió un mensaje minutos después del ataque. En una moto fue hasta el lugar, levantó a su hermano y lo llevó hasta el CAPS San Rafael. Desde allí fue trasladado al hospital Padilla, donde los médicos constataron que tenía muerte cerebral.
Por el tiempo que demandó la extracción de los órganos para ser trasplantados; y posteriormente por la realización de la autopsia y de otros exámenes dispuestos por la Justicia, entre ellos un dermotest, el cuerpo del muchacho recién pudo ser velado ayer.
Fuente: La Gaceta