Más de 100 obreros fueron cesanteados en las plantas de Villa María Río Tercero.
Río Tercero, Villa María. La decisión de la empresa estatal Fabricaciones Militares de reducir casi en un 20 por ciento su personal pegó duró el viernes en las comunidades de Río Tercero y de Villa María, donde los despidos anunciados sumaron momentos de tensión y angustia.
Desde hacía varios días circulaba la versión de un ajuste en el plantel de 814 trabajadores que sumaban las dos plantas cordobesas. Ayer, a primera hora, la llegada de un centenar de gendarmes a cada fábrica militar anticipaba que la decisión sería inminente.
Por la mañana, desde las direcciones de ambas unidades se admitía que las cesantías eran “inminentes”, pero que las listas de afectados se notificarían la semana próxima. Luego, quedó evidenciado que se pretendía hacerlo sin el personal dentro de los establecimientos.
En la Fábrica Militar de Villa María, a las 15 se entregó la lista de 42 contratados desafectados. El momento de la lectura, en la portería, dejó imágenes angustiantes entre los trabajadores y sus familiares que aguardaban confirmar si estaban dentro o fuera de la nómina. Esa planta tenía hasta ayer 375 empleados.
En la de Río Tercero, que contaba con un plantel de 439, la agonía se prolongó. La lista apareció a las 18.30, recién cuando los trabajadores aceptaron salir del predio industrial. “Fue una tortura. Tener que escuchar si estás en la lista de echados o no, mientras unos se alivian y al lado otros lloran; muy triste”, resumió Mariana, cuyo esposo, que lleva más de una década como contratado, zafó ayer del despido.
Hubo varias personas descompuestas y momentos de tensión. Sobre la noche, aún permanecían numerosos empleados y familiares en los accesos a la planta.
De los 814 empleados de las dos unidades cordobesas, 101 fueron despedidos ayer.
Por etapas
En diciembre pasado se había anticipado otro ajuste de personal: entonces fueron 25 de Río Tercero y 28 de Villa María a los que no se les renovó el contrato. Por esos días, Fabricaciones Militares decidía además el cierre de su planta en Azul (Buenos Aires).
Como en aquella ocasión, la reducción de ayer involucró a las otras dos plantas (una en Santa Fe y otra en San Juan) y al personal de la sede central de Fabricaciones Militares en Buenos Aires.
Anoche, al cierre de esta edición, una muy nutrida marcha recorría calles de Río Tercero, con la presencia de autoridades municipales y representantes de casi todos los sectores sociales, institucionales y políticos. En esta ciudad, la Fábrica Militar es un emblema histórico y un ícono de su desarrollo industrial.
En Villa María, en tanto, también hubo movilización, con una convocatoria frente al Concejo Deliberante.
El gremio ATE evalúa las medidas de acción. Por ahora, en las plantas no hay paros.
Por la mañana, antes de conocerse el detalle de despedidos, el ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad, admitía que no se renovarían “unos 200 contratos” en Fabricaciones Militares. En declaraciones a Cadena 3, Aguad dijo que el déficit de este complejo industrial estatal alcanza los 1.600 millones de pesos anuales. “Nadie puede pensar que el país, después de 70 años de dilapidar recursos y de la corrupción sistemática, pueda salir sin sacrificios”, señaló. “Estamos achicando las estructuras y redefiniendo el rol de Fabricaciones Militares. Y esto significa hacer sacrificios que son dolorosos, graves”, sostuvo.
Aguad señaló que Fabricaciones Militares tenía hasta ayer algo más de mil empleados y acotó que no se trataba de despidos, sino de no renovación de contratos.
esde hace años, el 90 por ciento del plantel lo compone personal contratado. El gremio ATE lleva una década reclamando su pase a planta permanente.
Un complejo industrial en proceso de achique
Hasta ayer, sumaban algo más de mil empleados en el país.
Fabricaciones Militares posee cuatro plantas, tras haber cerrado hace seis meses la de Azul (Buenos Aires), que tenía 230 empleados.
Hasta ayer, las cuatro sumaban algo más de mil trabajadores.
La de Río Tercero (que produce químicos y tiene talleres metalmecánicos) ocupaba a 439. La de Villa María (dedicada a pólvora y a explosivos) sumaba 375 agentes.
Las restantes están en Santa Fe y en San Juan (la de menor tamaño).
Fuente: La Voz.