Se trata de un parásito que se vuelve más peligroso al contacto con el agua caliente. La mujer se dio una ducha y se fue a dormir.
Suszanne Dunne, una enfermera irlandesa de treinta años, se duchó y se fue a dormir. Al despertarse, un parásito le había atacado la córnea de su ojo derecho hasta dejarla ciega. Los medicos avisaron: puede no recuperarla nunca.
El parásito Acanthamoeba llegó al ojo de Dunne mientras ella estaba en la ducha. Se trata de un parásito que se vuelve más peligroso al contacto con el agua caliente y que en este caso quedó atrapado en la lentilla de la joven.
El Acanthamoeba tardó cuatro horas en actuar, y al despertarse, Dunne se dio cuenta de que había perdido la visión en un ojo, así que fue trasladada a un hospital en ambulancia.
Allí los doctores le explicaron lo ocurrido.
"Tuvieron que ponerme un blanqueador en el ojo y me dijeron que contara hasta 10, que el dolor era tanto que he tenido que tomar morfina. El dolor fue como un cuchillo caliente ardiente a través de mi ojo", relató la afectada a medios irlandeses.