A punto de recibirse de periodista, y mientras hace sus primeras armas en América TV, saca pecho. Se confiesa obsesiva de su trabajo y muy responsable.
Día a día demuestra que no es sólo una cara bonita y un cuerpo escultural. Empeñada en conseguir sus objetivos y disfrutar de lo que más la apasiona, Sofía Macaggi (29) se esmera para triunfar y dejar su huella en un medio tan competitivo como desleal. Arrancó como bailarina, con papeles secundarios, y hoy es una de las imágenes que más lugar tienen en América TV, donde se desempeña como periodista: “Estoy en un momento en el que me siento muy contenta, en el que estoy creciendo mucho. Ya me estoy por recibir, me queda el último cuatrimestre. En América estoy muy bien, súper contenta, a la mañana con Antonio Laje, en el noticiero, los sábados en América noticias y después en Secretos verdaderos, con Luis Ventura, súper feliz con todo eso, con la posibilidad que me dieron”.
–¿Con la carrera cómo venís?
–Ya la tengo, ya me estoy por recibir de periodista. Me quedan algunas materias y a fin de año termino. El año pasado le metí con todo para poder terminar ahora, en 2018.
–¿Cambió algo en tu vida desde que sos famosa?
–Trato de mantener una vida normal. Lo que cambia es que por ahí voy a la verdulería y la señora me saluda y me hace algún comentario. También es verdad que tengo un público muy variado; no es el mismo el que me ve en el noticiero a la mañana o los sábados a la tarde.
–¿Te permitís levantarte e ir a la panadería así cómo estás?
–Sí, pero con unos anteojos de sol muy grandes, espejados. Si llueve me los pongo igual, ja, ja, ja. Yo siempre fui coqueta, me gustaba y me gusta arreglarme, soy muy hincha con eso y no lo pierdo. Mucho menos ahora, que soy un poco conocida.
–¿La exposición que te generaban el Bailando y el teatro de revista ya es pasado?
–Me siento más cómoda desde el otro lado. Ahora me gusta más preguntar y no que me pregunten a mí. Eso de nunca digas nunca lo tengo presente, porque si la propuesta es importante se analiza, pero hoy estoy muy contenta haciendo tele desde el lado periodístico. La verdad es que la súper exposición no la disfruto.
–¿Viviste alguna mala experiencia o prejuicio cuando le diste un vuelco a tu carrera?
–Yo arranqué en Infama y mis compañeros no me hicieron ningún desplante, al contrario. Incluso, hace poquito me junté a cenar con ellos, con todo el grupo, con los ex Infama, que tenemos una muy linda relación. Ahí jamás me pasó, pero sí en redes sociales. El “¿qué hace esta ahí opinando?” lo escuché varias veces, pero no de mis compañeros. Después vas demostrando por qué te eligieron, que una se prepara para ocupar el puesto y demás. No voy ahí a calentar una silla. Soy bastante obse con eso. Voy temprano y pido la rutina, si va a venir un invitado me encargo de informarme sobre esa persona, preparo temas. Creo que es la única manera de hacer las cosas bien. Yo arranqué en Infama sólo por dos meses, les gustó y me quedé un mes más, otro mes… hasta que me quedé por todo el año. Una demuestra cada día que quiere estar. Muchas veces me salieron desfiles, que pagan más y es un ratito, pero los rechazaba por no faltar al programa… a la larga eso te lo reconocen. Sabemos que está instalado el prejuicio de la rubia que sólo va a poner la cara… Está en vos terminar con eso, y creo que lo estoy haciendo.
–Arrancaste haciendo teatro con Alberto Samid, la relación con Alex Caniggia… ¿te arrepentís de algo?
–Con Samid la pasé tan bien… ¡Es un genio, cómo me hacía reír! Creo que todo es un aprendizaje, y todo lo que hice me llevó hasta donde estoy hoy. Hoy elijo no exponerme tanto, pero en su momento no me arrepentí. Ahora me estoy preparando para otras cosas, mi carrera apunta a otro lado. Pasan los años y uno se va plantando desde otro lado en la vida.
–Dijiste que sos coqueta, ¿cómo te cuidás físicamente?
–Sí, me cuido bastante. Siempre fui deportista, hice gimnasia artística desde los cinco años, después competí en aeróbica en alto rendimiento, bailé muchos años. Además, hacer deporte me hace re bien a la cabeza. Centro de estética, peluquería, manicura… esos cuidados los hago. Soy de comer muy sano, todos los días me mandan unas viandas para variar, porque no me gusta cocinar… si no viviría a milanesa de soja y ensalada.
–En su momento se te criticó por estar muy flaca…
–Sí, es verdad que estaba más flaca que ahora, pero estaba bien de salud. Siempre está la crítica para la mujer, que si sos gorda, que si sos muy flaca. La verdad, no te voy a mentir, las críticas de ese estilo afectan un poquito. No me hace bien que se hable demasiado de ese tema, de mi cuerpo, y trato de esquivarlo. Pero después aprendés a no engancharte con el que critica detrás de una computadora o de otras mujeres, que quieren figurar y te buscan para que vos contestes y generar un tema.
–¿Seguís soltera?
–Sigo sola, hace un año casi. Fue una relación muy larga, pero que terminó. Sigo sola, muy bien, no estoy desesperada por ponerme de novia. Si llega, llega. Creo que hay mucha histeria masculina, sobre todo en las redes sociales.