Según CAME, el gasto promedio por persona se ubicó en mil pesos diarios en la vecina provincia.
Las vacaciones de invierno dejaron mejores resultados que el año pasado. Así lo reveló un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que asegura que las provincias argentinas y Buenos Aires recibieron 5 millones de turistas, 2,2% más que en 2017. Con una estadía media de 4,4 días, y un gasto diario de $ 810 por persona, los visitantes realizaron un gasto directo de $ 17.825 millones.
En Tucumán, según CAME, el gasto promedio por persona se ubicó en $ 1.000 diarios. La procedencia de los turistas que arribaron a esta provincia fue principalmente de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, Salta y Santa Fe. La ocupación durante los fines de semana fue buena, con San Miguel de Tucumán y San Javier casi completa, Tafí del Valle con alto nivel y Yerba Buena totalmente llena. Entre los eventos organizados por el Ente Tucumán Turismo se destacó, por ejemplo, la Fiesta de las Ferias en Simoca, con la concurrencia de más de 60.000 personas.
También se registró un flujo importante de turistas en ciudades que antes no tenían casi presencia en el mapa regional, como Tafí Viejo, que implementó circuitos de caminatas por la selva de las Yungas a partir de la flamante Hostería y también visitas al museo ferroviario de esa ciudad. A nivel nacional, un dato que le sumó color al invierno, fue el “boom” de los excursionistas, tal como anticipó CAME en su informe de expectativas. Unos 9,1 millones de personas se trasladaron a ciudades vecinas a pasar el día y disfrutar de las múltiples propuestas. Con un desembolso promedio de $ 350 por excursionista, dejaron $ 3.199,6 millones en las vacaciones.
Los datos totales
Según CAME, entre excursionistas y turistas, viajaron 14,1 millones de argentinos por todo el país que gastaron en forma directa $ 21.024 millones en estas vacaciones, 31,2% más de lo que dejaron en 2017. Esto se debe al efecto de mayor cantidad de visitantes y días de alojamiento, a pesar que el gasto promedio diario por persona fue sólo un 15,7% superior al 2017. “Es que muchas familias se alojaron en casas de amigos, familiares o vínculos cercanos para abaratar. Igualmente, a todo esto hay que sumar el efecto multiplicador que generaron esos ingresos, lo que confirma la fuerza que tiene el turismo como motor de las economías regionales”, destacó el informe. La mitad de los turistas que viajaron en julio lo hicieron por ocio o recreación.
Según una encuesta realizada por CAME entre 450 comercios minoristas PyME, las ventas para las vacaciones de invierno igualmente se mantuvieron por debajo del año pasado, aunque eso es parte de la tendencia general del consumo.
A precios constantes, el gasto total creció 1,6% aunque posiblemente con más incidencia de servicios que de bienes de negocios minoristas.
Gastos medidos
Los polos turísticos que recibieron la mayor cantidad de viajeros fueron Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Córdoba, Mendoza, Salta, Puerto Iguazú (Misiones), Entre Ríos, y Bariloche (Río Negro).
Por grandes zonas, la región más concurrida fue el Noroeste con el 17,6% de los arribos, seguida por la zona Centro con 17% (destacándose especialmente Córdoba), Provincia de Buenos Aires con 15,2%, y la zona del Litoral con 14% (fundamentalmente distribuidos entre Misiones y Entre Ríos).
"Con un clima bien variado, las vacaciones de julio finalizaron con un balance positivo, mostrando el crecimiento continuo que tiene el turismo, independientemente de la coyuntura económica”, concluyó la entidad empresaria.
Crece la llegada de turistas brasileños
Desde el Ministerio de Producción aseguran que la inversión, las exportaciones y el turismo interno serán los ejes del crecimiento de cara a 2019, principalmente por la vía de un dólar más alto. “La suba del tipo de cambio mejoró las perspectivas para el sector, que ya venía creciendo: generó más de U$S 1.900 millones en el primer trimestre, y este dinamismo continuará”, señalaron desde la cartera que conduce Dante Sica. Por lo pronto, el dólar alto está alentando la llegada principalmente de visitantes brasileños, que durante las vacaciones de invierno del año pasado habían privilegiado los centros de ski en Chile, por una cuestión básicamente de tipo de cambio.