Mica Viciconte: "Para Nicole debe ser doloroso que las nenas me quieran"

Durante cuatro años, Mica Viciconte perseveró. Y triunfó en los últimos meses. Su romance con Fabián Cubero la llevó a terminar de posicionar su nombre. En pareja con el jugador de Vélez, simple y sencilla como se mostró desde el primer día –incluso hace notas sin maquillaje, si amerita–, aprovecha su presente laboral en Incorrectas mientras se prepara para el Bailando por un sueño. “Estuve un tiempito medio vaga con el entrenamiento. Y cuando me fui de vacaciones con Fabián me relajé y no hice nada de nada. Recién ahora estoy retomando el Bailando por un sueño y volviendo a mi figura habitual… pero me cuesta. Igual, para todos los días, sigo de jogging, muy tranquila, salvo cuando voy a eventos o me presento en la tele (es panelista de Incorrectas, por las tardes, en América), me produzco. Y puede ser que cuando una está en pareja te arreglás un poquito más que lo habitual. Puertas adentro soy muy relajada, tengo un pijama de Homero Simpson…”, contó en la presentación de la película Bañeros.

–¿Qué te pesa de tener que producirte prácticamente todos los días?

–Por suerte, existe la depilación definitiva. Las mujeres ya no sufren más por eso. No voy a un psicólogo, no recurro a eso hoy por hoy. Mi psicólogo es el entrenamiento. Y si hago boxeo, descargo con la bolsa. Con el ejercicio saco todo ahí, renuevo la energía. Jamás me vieron insultar a nadie o estar sacada a los gritos. Recurro a eso y descargo todos los problemas que tengo. Trato de ir todos los días o, por lo menos tres veces por semana es ley. Lo necesito, me hace bien, me alivia, es fundamental. Pero en la calle nunca recurrí a la violencia, salvo en una situación de robo, porque tengo fuerza y no sabría qué podría pasar. Hablando la gente se entiende… Y soy de las que creen que las palabras duelen más que los golpes.

–Con Flor Vigna arrancaron juntas, se volvieron enemigas y ambas lograron posicionarse…

–Hemos tenido nuestras diferencias y querido matar dentro de un reality, una competencia donde había plata en juego. Hoy cada una hizo su vida, y nos queda como anécdota. Inconscientemente, las dos nos potenciamos y cada una buscó su camino. Estoy agradecida porque, si no estaba Flor, no había un River y Boca. Tuvimos mil diferencias, pero el tiempo las va puliendo y tomás conciencia de qué pendejas que fuimos, que algunas cosas eran innecesarias. No creo que seamos amigas el día de mañana, pero podemos tener una buena relación e, incluso, trabajar juntas. Lo que veo difícil es que podamos compartir fanáticos. Hubo situaciones en que se puteaban fuerte y tratábamos las dos de bajarlos a tierra.

–Hace un tiempo te fuiste de Combate, donde trabajaste mucho tiempo. ¿Te hicieron padecer que te fuiste haciéndote conocida?

–A veces pasa que a la nuevita o a la que recién arranca en el medio no se la acepta demasiado, se la critica, se la juzga, se la trata de hundir o hacerla sentir incómoda. Pasa en todos los ambientes, pero en este se siente un poco más. Después de cuatro años de estar en el programa tuve mis diferencias, no comparto muchas cosas en la actualidad de ellos, pero estoy agradecida al canal que me abrió las puertas. Es verdad que ya no estaba bien. Me veía desganada, no quería estar más.

–El año pasado, Gladys la Bomba Tucumana te enfrentó todo el tiempo que estuviste en el Bailando... Ella este año no será de la partida. ¿Te llamó la atención?

—Para mí manejó mal todo lo que hizo el año pasado. Le podés brindar al show un montón de cosas, pero cuando está involucrada la falta de respeto, la agresión, ahí se va de las manos. En un momento llegó a estar desbordada y no sé si le hacía bien. Pasó un límite, no daba un buen mensaje y no tomó conciencia de eso. Y lo estaría pagando de alguna manera. Decía que el Bailando le sacaba laburo, así que está bueno que se dedique a ser una artista de lleno.

–Se estrenó Bañeros. ¿Querés ser actriz, bailar, ser modelo?

–No sé… Estoy buscando el rumbo, es muy difícil. Soy profe y guardavidas. Entré acá y se dio. Lo único que hice fue cine, ni siquiera una obra de teatro, serie, programa, nada. Me dio vergüenza verme pero mi personaje soy yo, no está muy cambiado de lo que soy.

–Con Fabián hace casi un año que están juntos. ¿Van a seguir viviendo en casas separadas?

–Está bueno que cada uno tenga su espacio, lugar. Hoy las relaciones duran un poco más. El día de mañana, que yo quiera formar una familia, si quiero tener hijos viviría con él. Hoy creo que estamos bien así, por lo menos hasta que él no termine con el fútbol, que firmó por un año más. Me quiero casar y tener hijos, pero hoy no está en mis planes porque estoy en un momento laboral bueno, y no estaría para tener un hijo ahora. Si esto avanza, me encantaría que Fabi fuera el padre, porque es excelente. Lo veo cómo es con sus hijas y es un amor, atento, está todo el día pendiente. Y eso me da una cierta seguridad para que sea el padre de mis hijos el día de mañana. Pero la realidad es que hoy no está en los planes de ninguno de los dos.

–Si hubieses sabido de las idas y vueltas mediáticas que vos y Cubero iban a tener con Nicole Neumann, ¿hubieses iniciado una relación con él?

–Mi primer pensamiento, cuando me enteré de que tenía tres nenas, fue el de no querer meterme en esa. Pero después son cosas que uno no maneja, que siente, más que nada. Cuando el corazón te dicta una cosa, hay que escucharlo… y fluyó. Una de las primeras cosas que le dije cuando empecé a salir, que podía asustarlo, es que yo quería tener hijos. Y cuando me dijo que no tendría ningún problema, que le encanta, eso fue lo que inició la relación ciento por ciento.

–Nicole dijo que ustedes usaban a las nenas, a las tres hijas que ella tuvo con Poroto…

–La verdad es que tenés que ser muy hdp para usar a las nenas como pantalla, me parecería caer muy bajo. Ni Fabián ni yo usaríamos a las nenas como difusión, no me enseñaron esas cosas en la vida, me enseñaron el respeto. Si una persona tiene ese comentario, por algo será.

–¿Neumann no te perdona que las nenas te tengan cariño o la supera el ego?

–Debe ser doloroso que las nenas quieran a otra persona. En este medio, los egos son complicados. Todos se creen más que nadie. El ego puede pasarles a todos. Si le molesta que nos vaya bien, que las nenas acepten la relación, no puedo hacer nada, no le estoy haciendo mal a ella, estoy viviendo mi vida. Estoy cansada y no quiero que me consuma en mi carrera, relación, familia y amigos.

–¿Esperás unas disculpas de su parte?

–No las espero ni me interesa que me las venga a pedir.

–Se dijo que les iba a iniciar acciones legales a vos y a Cubero. ¿Te llegó alguna notificación?

- No, no me llegó nada.