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Video: el milagroso rescate a un bebé que cayó al vacío desde un cuarto piso

El nene de tres años estaba al cuidado de su madre y su tía. Apenas sufrió una herida en su pierna y a la noche ya estaba recuperado.

22/07/2018

Es martes al mediodía en el pueblito ruso Dzerzhinsky. Una mujer se fue hace un rato rumbo al hospital de la zona junto a su hijo mayor y dejó al más pequeño, un nene de tres años, al cuidado de su abuela y su tía. Se fue tranquila, sin pensar que el chiquito iba a ser protagonista de un rescate milagroso que es comentado en todo el planeta desde hace una semana. Pudo haber sido una tragedia de no ser por la increíble intervención de dos obreros.

Vadim Kanonik y Dmitry Pavlov, son en estos días celebridades en toda Rusia. Ellos son obreros de la empresa "Virage" y estaban trabajando en la zona, asfaltando una calle. Cerca de las dos de la tarde detuvieron su trabajo por un rato para descansar y se sentaron a la sombra en la entrada de un edificio. Nunca imaginaron que la elección de ese lugar iba a ser fundamental para la vida de un niño.

"Todo sucedió muy rápido. Primero escuchamos el crujido de una ventana que se estaba abriendo, este sonido llamó nuestra atención", contó Vadim, de 30 años, al medio ruso Online 47. "Después de eso, fue todo en un segundo: el niño se asomó, soltó las manos y voló. Antes intentamos hacer ruidos para atraer su atención y pedirle que vuelva a subir al departamento", continuó este obrero sobre el tenso episodio.

"Al ver su intención de 'salir', inmediatamente corrimos hacia una posición que nos permitiera atraparlo. No logramos hacerlo por completo, se resbaló de nuestras manos y se cayó. Pero 'extinguimos' su vuelo y esto redujo la fuerza del impacto", relató el obrero ruso, que de inmediato trató de contener al nene que lloraba asustado.

Mientras tanto, Dmitry, el otro héroe de esta historia, llamó a una ambulancia porque en su caída el niño rozó la pared y se lastimó la pierna.

Al escuchar el ruido, la tía y la abuela del niño entraron a la habitación, vieron la ventana abierta y la ausencia del nene y por un minuto se les congeló la sangre. Aterradas se acercaron al borde y miraron hacia abajo y recuperaron el aliento. Bajaron a toda velocidad los cuatro pisos y entre lágrimas abrazaron al chico y a los héroes.

Diez minutos más tarde llegó la ambulancia, llevó al chico al hospital y a la noche ya estaba en su casa, totalmente recuperado. Pudo haber sido una tragedia pero no tuvo más que una leve herida.

Todo el episodio fue grabado por una cámara de seguridad que está instalada en el edificio, el video fue publicado en las redes sociales el jueves y casi de inmediato los obreros se convirtieron en figuras muy populares en toda Rusia. Pero ellos se niegan a aceptar ese reconocimiento.

"Pensamos que todos harían lo mismo en nuestro lugar", aseguró Vadim que volvió a su casa sin decirle nada a nadie sobre su tremenda experiencia, aunque no podía dejar de pensar en lo vivido: "Es que el mayor incidente 'infeliz' que les sucedió a mis hijos fue la caída de un sofá. Cuando volví a casa ese día, mis manos me temblaron al ver a mis chicos. Me aterra imaginar que algo así podría sucederles".