El hecho ocurrió el martes por la tarde en el barrio Juan Manuel de Rosas.
Eran entre las 18.30 y las 19 del martes una joven descendía del corredor 6 "B" de Saeta en una de las paradas del barrio Juan Manuel de Rosas. Tras dar algunos pasos sintió en su espalda una punta, como si se tratara de un arma de fuego, y una mujer bajo amenaza la hizo subir a una camioneta tipo Trafic color blanca. Era el comienzo del horror para la joven madre de 24 años, quien fue secuestrada y violada por desconocidos y logró huir.
"Cerca de las 20.30 llegó a casa, estaba toda sucia con tierra, no podía hablar y en ese momento pensé que le habían robado el celular", le dijo a El Tribuno Gabriel, pareja de la víctima. "Observé que tenía marcas -lesiones- en distintas partes del cuello y llamé a la Policía". El joven de 26 años relató el calvario que al cabo de algunas horas dejó en estado de shock a su novia, "trataba de hablar pero no podía, estaba shockeada".
Desde las fuerzas de seguridad inmediatamente llamaron a una ambulancia y la joven junto a su novio fueron trasladados al hospital San Bernardo, donde estuvieron más de 20 horas sin que nadie revisara a la mujer. "Esperamos al médico que nos dijeron que iba a llegar hasta ayer a las 19, y decidimos pedir el retiro voluntario porque pasaron más de 20 horas y nadie la quiso revisar, me dijeron que debía hacerlo primero un médico legal", contó impotente y en medio de una profunda desazón el novio de la víctima, quien radicó la denuncia en la comisaría novena. "La verdad, es una vergenza que desde ayer -por el martes- hasta ahora nadie, ni la policía ni en el San Bernardo, se hicieron cargo, nadie la revisó".
El horror
La joven le contó a su novio que ni bien bajó del colectivo alguien la subió a una Trafic. "Ella iba para la casa de su tía y fue interceptadas por unos hijos de p... que no sé bien si la quisieron secuestrar o algo parecido. Ella me dijo que la metieron en un vehículo todo cerrado, donde la golpearon hasta hacerla dormir tapándole la cara con un trapo".
Según la descripción, en el interior de la Trafic iban dos hombres y una mujer. "Ella despertó en una casa que no sabe dónde queda, ahí se dio cuenta que estaba golpeada, hasta que la volvieron a dormir. Al parecer la subieron nuevamente a un auto, desde donde se tiró, desesperada corrió hasta llegar a una avenida e hizo parar un taxi". Sumergidos en el dolor, sin posibilidad de ir a un hospital privado, Gabriel, su pareja, y la misma víctima esperan por la ayuda que deberían haber tenido desde el primer momento.