El reptil está en peligro de extinción. Las petroleras que quieran recibir financiamiento internacional deben considerar en su proyecto la preservación del reptil.
El descubrimiento de la lagartija Liolaemus cuyumhue en la zona del yacimiento de Vaca Muerta se convirtió en un inesperado obstáculo para las petroleras que quieran invertir en el proyecto energético del sur argentino. Resulta que como se trata de un reptil en peligro de extinción, los organismos internacionales que quieran otorgar financiamiento se verían obligados a hacerlo únicamente a empresas que contemplen en sus planes de explotación la preservación del animal.
La lagartija fue hallada por un grupo de científicos argentinos en 2009 en la zona del Bajo Añelo, uno de los puntos claves para el desarrollo del yacimiento. Según explicaron, habita también los sitios arenosos de Aguada Pichana, Aguada San Roque y Loma La Yegua.
El hallazgo y la descripción del reptil fueron hechos por el laboratorio de Rehabilitación y Restauración de Ecosistemas Áridos y Semiáridos (Facultad de Ciencias del Ambiente y la Salud) de la Universidad Nacional del Comahue y el Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET) de Puerto Madryn.
Hay algunos importantes proyectos puestos en marcha en la zona que ascienden a los 3.000 millones de dólares parar los próximos dos años y se prevén otros aún de mayor envergadura. Sin embargo, al conocerse la delicada situación de la liolaemus cuyumhue, es probable que las empresas que ya están explotando y las que que quieran hacerlo se vean obligadas a aplicar medidas para preservarla.
De no ser así, organismos como el Banco Mundial -que prestan dinero para proyectos a largo plazo y con una de las tasas más bajas del mercado- condicionarían la entrega de dinero a petroleras que puedan afectar el hábitat de especies en peligro como la lagartija de Vaca Muerta. Además, no cuidar al animal le daría a ONG ambientales y grupos científicos argumentos de gran peso para acudir a tribunales nacionales e internacionales y así detener la explotación.
"La actividad petrolera debe contemplar la preservación de la biodiversidad y en particular esta especie por razones éticas y de responsabilidad ambiental en el cuidado del patrimonio de los neuquinos, y ahora también por una causa llamativa: la financiación internacional", señalaron los científicos que hicieron el hallazgo en un documento.
Según informaron desde la Universidad Nacional del Comahue, la norma alcanza a todas las empresas que operan en la cuenca y que pretendan tener un aporte financiero internacional y contempla además la protección de los recursos naturales incluidos los de las zonas áridas.
"La Liolaemus cuyumhue vive en una región donde las compañías de petróleo y gas realizan algunas de las operaciones más intensivas en Argentina; nuevas plataformas, pistas y caminos se abren regularmente; modificando con frecuencia algunas áreas con hábitats adecuados para L. cuyumhue", reseña el sitio de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
El pequeño reptil, explicaron, es capaz de sobrevivir en el desierto, con fuertes vientos, a temperaturas que van de los varios grados bajo cero hasta los 60 grados. Cuenta con un complejo sistema respiratorio que le permite sumergirse en arena y cuenta con una gran capacidad de camuflaje.