"Todavía no estoy tranquila", dijo la modelo relata cómo fueron los últimos días desde que su marido hizo pública la decisión de jugar en el club xeneize.
"Cuento todo esto para que puedan verse todas las perspectivas de la historia, las que nunca salieron nunca a la luz". Quien lo dice -en exclusiva para Teleshow– es Natalie Weber, a una semana de haber sido amenazada, junto con sus dos hijos, por el solo hecho de que su esposo, Mauro Zárate, decidió continuar su carrera como futbolista en otro club: se fue de Vélez para ir a Boca. Así de simple: una decisión profesional. Así de trillado: ser intimidado por eso.
"Estos días fueron duros porque las amenazas no se calmaban y porque la cabeza de la gente me asustó", confiesa la mamá de Mía, de seis años, y Roco, quien pronto cumplirá tres. "Amenazar con una bomba el colegio de mis hijos, lo que está en plena investigación; mandarme fotos de Mauro con armas alrededor; decirme cosas morbosas sobre lo que les quieren hacer a mis hijos. Nunca imaginé que iba a pasar algo así: el dolor no le da crédito nadie a hacer y decir las cosas que estuvieron pasando en este tiempo".
"No puedo entender cómo pueden llamarlo traidor o desearle la muerte -se sorprende-. Mauro es hincha de Vélez pero también es un profesional. Y reiteradas veces demostró su cariño hacia el club".
La modelo, quien está en pareja desde hace ocho años con el delantero, recordó entonces que meses atrás Zárate estaba en Dubai, a préstamo del club inglés Watford, dueño de su pase. "Se recuperaba de su lesión y estaba jugando en una liga que no es importante, pero el nivel de vida y lo económico es la parte más linda de estar en ese lugar".
Entonces sucede que El Fortín, por sus malos resultados deportivos de los últimos años, empieza a pelear por no descender a la B Nacional. "Y en enero, él vino sin dudarlo porque había dicho que si el club lo necesitaba, iba a volver -resalta Natalie-, aún cuando la plata que podía pagarle Vélez ni se compara con lo que estaba ganando allá".
El recibimiento de los hinchas "fue muy emotivo y algo único para Mauro, que jamás lo va a olvidar", destaca la modelo, y surgió "en agradecimiento a que volvía en ese momento en particular". "Él está muy agradecido y no se lo va a olvidar jamas, pero evidentemente la gente sí se olvida de todo", asegura.
Pero por regresar a la Argentina, rechazando las ofertas de River y Boca, entre otras, Zárate entró en conflicto con el equipo árabe Al-Nasr y también con el Watford. "Venir nos trajo varios problemas: está en juicio con los dos clubes. Realmente hizo muchísimo por venir a pelear un descenso que salió bien. Pero si salía mal, ¿alguien se replanteó lo que pasaba con su carrera? ¿Qué club iba a querer a Mauro siendo jugador de un equipo de la B?".
Weber reconoce que su esposo cometió "un error" al "declarar que en Argentina solo jugaría para Vélez. "Cuando lo dijo, lo sentía. Es verdad que se equivocó, pero, ¿acaso nunca nadie dijo algo y después, tal vez, cambió de opinión?", sugiere Weber.
El pase de Vélez a BocaEn medio de la tormenta y de las distintas versiones que surgieron, la modelo detalla cómo fue la negociación de su marido y por qué decidió jugar en Boca Juniors.
"La propuesta de boca llegó hace bastante y la dirigencia de Vélez sabía de esto por lo menos dos semanas antes al lunes 2 de julio. No es verdad que estaban todos sorprendidos", explica y agrega: "El presidente vino a mi casa y Mauro le dijo varias veces que quería dar un salto en su carrera, pero iba y venía. No estaba decidido porque le pesaba el cariño de la gente".
"El contrato de Mauro a préstamo era hasta el 30 de junio, así que cualquier decisión o declaración tenía que ser posterior. Decidió ir a Boca solo por un tema futbolístico y las personas que salieron a declarar prendieron más el fuego para no soportar lo que estamos soportando nosotros, que es la gente en contra", sigue en su relato.
"Esta decisión no fue de un día para el otro y el club lo sabía", insiste. "Yo, como esposa, puedo decir lo que sufrí y sufro porque creo que la gente no mide que Mauro es un profesional y, si bien hace seis meses resignó muchas cosas por volver, hoy tenía un desafío", continúa.
"Mis hijos están bien. Mi nena un poco se dio cuenta, pero (Mauro) le habló y la tranquilizó. Hoy por hoy, no estoy tranquila. Yo creo que la tranquilidad me la va a dar el tiempo, pero sí estamos mucho mejor, gracias a Dios", concluye Natalie Weber, esposa de Mauro Zárate.