La joven madre de 27 años llevaba siete días de sangrado y había ingresado en grave estado al hospital de Goya.
Una joven madre de dos niños de 10 y 7 años murió desangrada por un aborto en el hospital de Goya, donde fue derivada en estado grave desde su ciudad, Perugorría.
En declaraciones a medios locales, el director del hospital, Raúl Martínez explicó que la paciente de 27 años llegó muy grave y descompensada. "Aparentemente venía ya de varios días el cuadro de hemorragia. Incluso tenemos la información de que consultó con varios días de retraso al hospital de Perugorría. Y cuando fue derivada, ingresó con un muy mal estado general, lo que llevó a su fallecimiento al día siguiente", sostuvo.
"Cuando llegó el martes a la tarde ya estaba descompensada por la gran cantidad de sangre que había perdido. Vino por sus propios medios acompañada por su pareja. Si bien ya estaba mal, aún estaba consciente”, aseguró la directora del hospital público de Perugorría, Paola Rodríguez, en declaraciones publicadas por El Litoral.
"Llevaba siete días de sangrado, estaba muy descompensada, no tenía sangre. No tenía ni un litro, era un papel. Estaba en muy mal estado y tuvimos que derivarla inmediatamente a Goya”, agregó la profesional.
La directora sostuvo que la paciente alcanzó a decirles que “estaba embarazada y aparentemente había perdido su bebé” y que “no vino antes porque una amiga le dijo que haga reposo en su casa, que ya se le iba a pasar”. La médica reconoció que la paciente tuvo un aborto, pero se escudó en que “pudo haber sido un aborto espontáneo”. Expresó que se sintió extrañada de que “siendo ya madre de dos hijos, nunca haya ido al hospital estando embarazada".
En las próximas horas, la Justicia de Instrucción de Goya podría abrir una investigación penal para determinar si la joven de falleció por un aborto clandestino y establecer las responsabilidades penales. La ley de interrupción voluntaria del embarazo que tiene media sanción en la Cámara de Diputados y empezó a analizarse esta semana en el Senado eliminará -de ser aprobada el 8 de agosto- el aborto como delito, tanto para el profesional que lo practica como para la mujer que decide no seguir adelante con la gestación.