La pequeña tiene una adicción severa al juego Fortnite. Los padres la descubrieron sentada en el sillón empapada de orina.
Una niña de nueve años de Reino Unido ha sido ingresada en rehabilitación por una adicción severa al videojuego de moda, Fortnite, según han informado los medios británicos.
Comenzó a jugar en enero, cuando sus padres le regalaron una Xbox, pero hasta marzo no manifestó signos de adicción, por lo que ninguna persona de su entorno sospechó nada.
La alarma comenzó cuando una profesora pidió una tutoría con los padres de la niña, ya que se había dormido en clase en dos ocasiones y sus notas habían empeorado considerablemente.
Los padres recuerdan que al preguntar a su hija, "se volvió inusualmente contestona y agresiva", pero lo achacaron a las hormonas.
La pequeña había sido muy deportista. Practicaba gimnasia y ballet, pero empezó a saltarse las clases alegando que estaba demasiado cansada. Con el tiempo, los padres se percataron de una serie de gastos en su tarjeta de crédito.
La niña reconoció que había comprado mejoras para su personaje en Fortnite y cuando fue castigada con menos horas de juego, golpeó a su padre en la cara.
El peor momento llegó una noche cuando los padres descubrieron a su hija jugando en un sillón empapado de orina.
"Estaba tan enganchada que ni siquiera iba al baño", recuerda su madre.
En ese momento, la niña confesó que había estado jugando todas las noches en secreto, durante dos meses, cuando sus padres se iban a dormir.
Actualmente, está recibiendo una terapia para recuperarse de su adicción.
El videojuego, lanzado el pasado mes de julio, ha provocado numerosos debates sobre si puede llegar a ser adictivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que a partir de este mes tratará la adicción a videojuegos como un trastorno, describe esta condición como un patrón de comportamiento según el cual el juego "prevalece frente a otros intereses vitales, con un deterioro significativo en el ámbito familiar, social, educacional y personal".
Otro de los síntomas es "la continuación y el aumento de la actividad pese a la aparición de consecuencias negativas". Pero para ser diagnosticado como adicto, los síntomas deben estar presentes durante meses.