“Hablar con usted es como hablar con una pared”, afirmó Roberto Ampuero y logró silenciar a Jorge Arreaza, el enviado del régimen que insultó a la comunidad internacional.
"Si esta es la forma en que el canciller trata a diplomáticos, imagínense ustedes cómo trata a los venezolanos, a los que están bajo su poder, a los que están en su país sufriendo el hambre, la penuria y la represión de Venezuela", le espetó Ampuero a Arreaza.
Su intervención fue una reacción a la catarata de insultos que Arreaza había lanzado contra la comunidad internacional durante sus palabras ante la 48° Asamblea General de la OEA. El chavista llamó sicario al secretario general del organismo Luis Almagro y desacreditó a todos los ministros presentes.
"Si alguien tenía dudas en esta sala que en Venezuela hay una dictadura, ahora ha quedado claro. No hay un solo minuto en que este canciller haya estado dispuesto a escuchar a los demás… Nada en su visión tiene sentido o es respetable", siguió el chileno.
Y agregó: "Usted representa a la perfección al régimen dictatorial de Venezuela, es incapaz de reconocer que otros puedan tener razón".
El chileno reveló que semanas atrás Arreza intentó establecer un diálogo con él: "Es cierto. Me buscó y me dijo que quería hablar conmigo, pero usted es una pared con la que no se puede dialogar".
"Reparta su teléfono con su pueblo y hable con ellos, no con otro canciller", sentenció.
El cruce se dio durante una sesión tensa en la que los 14 países del Grupo de Lima y Estados Unidos impulsaron una resolución para iniciar el proceso destinado a suspender a Venezuela de la Organización de Estados Americanos, un argumento que Caracas tacha de "ridiculez" porque ya está casi fuera del organismo por voluntad propia.