El presidente de Estados Unidos insiste en que la pared es la solución y en que el dinero para levantarla debe provenir del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Un nuevo round entre la pelea Estados Unidos / México tuvo lugar ayer, en Nashville, cuando el presidente estadounidense Donald Trump dijo en un acto ante un numeroso público: "No quiero causar un problema, pero al final México va a pagar por el muro. Van a pagar por el muro y van a disfrutarlo, no hacen nada por nosotros".
Convencido de que la construcción en la frontera con el país vecino va a disminuir los niveles de inseguridad, inmigración ilegal y otros más, el republicano insiste desde su campaña electoral en que la pared es la solución y en que el dinero para levantarla debe provenir del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Minutos después, en Twitter, su par mexicano le respondió y le aclaró primero en inglés y después en español: "Presidente @realDonaldTrump: NO. México NUNCA pagará por un muro. Ni ahora, ni nunca. Atentamente, México (todos nosotros)".
Si bien Trump en el último tiempo había evitado volver al ruedo con el muro, la estructura de 3200 kilómetros que quiere levantar entre los dos países para impedir el paso de inmigrantes ilegales y drogas, ahora insistió con el tema en medio de la difícil renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y cuando se aproximan las elecciones intermedias de noviembre en Estados Unidos y en México, las presidenciales.
En marzo pasado, el estadounidense viajó hasta Otay Mesa, en San Diego, colindante con la mexicana Tijuana, para revisar los prototipos de la nueva muralla que se erigieron en el lugar.
El tema del pago del muro es un asunto de tensión entre las dos naciones e impidió incluso que se concretara una reunión entre los dos presidentes. Estados Unidos comparte con México una frontera de más de 3000 kilómetros, una de las más transitadas del mundo: todos los años se trafican armas hacia el sur, toneladas de drogas y miles de migrantes indocumentados pasan hacia el norte.