La actriz y vedette admite que está sola, pero no es un tema que la desvele. A diferencia de la creencia popular, piensa que no todas las mujeres se realizan con las mismas cosas.
Persiguiendo un sueño, de adolescente dejó su Reconquista natal –al norte de Santa Fe, la ciudad donde nació Gabriel Batistuta– para desembarcar en Buenos Aires. Llegar a los primeros planos y que su nombre sea reconocido por su labor en el teatro fue su anhelo, que afortunadamente para ella logró alcanzar. A los 20 años comenzó a presentarse en cuanto casting se le cruzaba. Cada uno de ellos fue un aprendizaje, una nueva vivencia que le permitió sumar armas para crecer. Dio sus primeros pasos con Miguel Angel Cherutti, Nito Artaza y Reina Reech. Más tarde fue elegida por Carmen Barbieri para sus espectáculos. Casi sin querer, los primeros pasos de la santafesina Estefanía Bacca (29) fueron desempeñándose con los mejores. Sus curvas de ensueño que recorren su metro setenta la hace única e irrepetible. A eso le suma carisma, sensualidad, profesionalismo y estudio constante.
–Diste tus primeros pasos en el teatro de revista, ¿te gustaría volver?
–El teatro siempre va a ser un lugar en el que me sienta feliz, un lugar al que todo el tiempo quiero volver. El music hall, el teatro de revista, el café concert son géneros que adoro hacer, donde aprendo de los más grandes y donde siento que me puedo expresar con toda libertad, así que sí, claro que me gustaría volver.
–Ahora estás en el teatro, pero desde otro lugar
–Sí, estoy como coreógrafa en Panam y circo. Es un lugar muy lindo, en el que también puedo expresarme. Es un trabajo que necesita que esté bien cerca del escenario. Si bien estoy abajo, lo hago con una mirada mucho más amplia. Quiero decir que debo estar atenta a las escenografías, luminotecnia, sonido, micrófonos, vestuario, a los artistas que están en escena, más la coreografía en sí.
–¿Es verdad que sos una apasionada de la filosofía?
–Desde chica que me gusta leer, y más sobre filosofía. Pero cuando comencé la facultad fue la materia que más disfruté. Lo que me pasa con la filosofía es que me interesa escuchar argumentos de otros para entenderme mejor. Descubrir cómo pensaban algunos filósofos sobre el ser, el sentido de la vida, del bien y el mal para después, en base a eso, pensar si ese mismo formato de pensamiento lo puedo usar para reflexionar sobre las cosas de la vida. Esto sirve como inspiración y sobre todo para comunicar.
–¿Estás de novia?
–No, estoy sola.
–¿Qué pasa con los hombres?
–No pasa nada, pero todo está en orden, te juro. La versión rancia de que la mujer está incompleta si no es madre y no encontró al hombre de su vida jamás la comprendí. Será porque crecí en una casa con todas mujeres, seguramente. Pero volviendo a la pregunta puntual, no sé qué pasa con los hombres, quizás la culpable soy yo. Tal vez sea demasiado exigente conmigo y con los demás. No digo que con esto elijo el celibato o el enclaustramiento, pero no me gusta conformarme. Me viene a la mente algo de Simone de Beauvoir, que dice “El secreto de la felicidad en el amor consiste menos en ser ciego que en cerrar los ojos cuando hace falta”. Pero sí, me gustaría que algún día llegue el indicado.
–¿Puede ser por lo que generás por tus curvas que seas famosa?
–No, sinceramente no lo creo. No creo que lo externo limite lo que se puede sentir.
–¿Cómo se te conquista?
–Me llama la atención cuando veo un pibe que se le banca y se la juega. Que viene con seguridad, esa que no se caretea. Eso me interesa de verdad.
–¿Cuántos futbolistas tienen tu teléfono?
–Ninguno. Bah, ninguno me escribe. Te juro que es verdad… tal vez ellos ya saben a quién escribirle y a quién no, deben tener el dato.
–¿Físicamente cómo te cuidás?
–Más que una actividad física, el baile es lo que me mantiene fuerte, viva y en buen estado. Sigo dando mis clases cuando me dan los tiempos. Soy una mujer que no me concibo sin el baile. Doy clases particulares a nenas. Por cualquier consulta me pueden encontrar en mi Instagram: @tefibacca.
–Hoy se están denunciando con más frecuencia los acosos, se educa con campañas a la población para que denuncie, ¿cómo lo vivís en tu profesión?
–Lamentablemente las mujeres estamos todavía sujetas a vivir alguna especie de acoso, en todas las profesiones y ámbitos. A mí me pasó, por suerte pocas veces, porque siempre trabajé con gente seria. Pero cuando me pasó, de chica, cuando recién arrancaba en esto, no sabía cómo reaccionar… la primera reacción era pegar el portazo y salir llorando. Ahora, que estoy más grande, también pego el portazo, pero no sin antes decir las cosas en la cara, que me escuchen bien clarito.