La gira “No More Tours 2” marca la despedida del príncipe de la oscuridad. Tras décadas de excesos, escándalos y mucho rock, uno de los popes del heavy metal se retira y esta noche dará su último adiós al público argentino luego de pasar por Chile y México.
Parece que esta vez es cierto. El príncipe de la oscuridad, el cantante Ozzy Osbourne, decidió retirarse de los escenarios después de cincuenta años en la ruta convirtiendo al heavy metal en uno de los subgéneros más tenebrosos del rock 'n' roll. Ya había anunciado su retiro en 1992, con la gira No More Tours, pero se arrepintió tres años más tarde y volvió a los escenarios con el Retirement Sucks ("El Retiro Apesta") Tour. Por eso esta última gira, que lo trae esta noche a la Argentina luego de pasar por México y Chile y antes de su paso por Brasil, se llama precisamente No More Tours 2. A punto de cumplir 70 años, parece que hay que creerle a Ozzy cuando dice que no habrá una nueva secuela.
John Michael Osbourne siempre fue Ozzy. Lo llamaban con ese apodo desde el primario. Se crió en el seno de una familia de clase trabajadora en la ciudad inglesa de Birmingham y a los 14 años, cuando escuchó por primera vez "She Loves You" de The Beatles, decidió que quería ser una estrella de Rock.
Formó su primer grupo en 1967 con el bajista Geezer Butler. Al año siguiente, los dos se unieron al guitarrista Tony Iommi y al baterista Bill Ward para formar Polka Tulk Blues, un grupo de blues que, influenciado por The Rolling Stones, Faces, The Yardbirds y The Pretty Things, endurecieron el sonido del género en consonancia con lo que estaban haciendo otras bandas de la época como Led Zeppelin y Deep Purple. Polka Tulk Blues fue rebautizada como Earth y en 1969, cuando se presentaron en un festival en donde había una banda con el mismo nombre, pasaron a ser Black Sabbath.
Lo que diferenció a Sabbath desde el principio fue la incorporación de una influencia inusual, el cine de terror. Black Sabbath es el título de una película de 1963 protagonizada por Boris Karloff. Al observar el éxito que tenía el género en los cines y que el público estaba dispuesto a pagar por asustarse, el cuarteto decidió replicar el efecto de las películas de terror en sus canciones componiendo letras oscuras y escalofriantes acompañadas por una música distorsionada y tétrica que hacía uso del tritono, también conocido como la "nota del diablo". Se trata de un intervalo musical que, por la tensión e impacto que generan en el oyente, en la Edad Media se lo consideraba diabólico. El que haya escuchado la canción Black Sabbath, con su densidad y ruidos de tormenta eléctrica, sabe perfectamente que esa figura musical produce escalofríos.
El combo tuvo el impacto esperado y a pesar de haber sido vapuleado por la crítica e ignorado por las radios, el debut homónimo de Black Sabbath fue un éxito, al igual que el segundo álbum Paranoid, calificado recientemente por la revista Rolling Stone como el mejor de la historia del heavy metal. Los clásicos Paranoid, Iron Man y War Pigs todavía hoy constituyen la plantilla básica para componer rock pesado.
En 1979, Ozzy Osbourne fue expulsado de Black Sabbath por sus excesos de drogas y alcohol, que fueron constantes a lo largo de su vida. De hecho, en 2010 un grupo de genetistas estudiaron su cuerpo y determinaron que pudo sobrevivir a más de cuarenta años de ingesta de estupefacientes y bebidas alcohólicas gracias a que sus genes poseen más tolerancia a esas sustancias, a punto tal que lo hacen naturalmente más propenso a consumirlas que la mayoría de las personas. Para los expertos, se trata un "milagro de la medicina", ya que además sobrevivió a un accidente de cuatriciclo que lo tuvo ocho días en coma.
Fuera de Sabbath y con el apoyo de quien sería su futura esposa y manager Sharon Arden (hija de su primer manager Don Arden), Ozzy inició su carrera solista. Blizzard Of Ozz salió en 1980 y gracias a canciones como Crazy Train, Mr. Crowley y Goodbye To Romance tuvo gran repercusión y ventas.
Mientras sus ex compañeros reclutaban al cantante Ronnie James Dio para desarrollar un heavy metal más acelerado y machacante, Ozzy optó por la vertiente melódica del género, cercana al hard rock y más accesible al público. Uno de los responsables de este sonido fue el guitarrista Randy Rhoads, quien fue de sus colaboradores más importantes y falleció en un accidente aéreo durante la gira de presentación del álbum Diary Of A Madman (1981).
Con este estilo, el cantante inglés pudo mantener su popularidad en alto durante las décadas del '80 y '90 sin necesidad de tomar demasiados riesgos artísticos, al mismo tiempo que preparó el terreno para la aparición de bandas como Mötley Crüe y Guns n' Roses.
Mientras que en lo musical su carrera transcurrió sin sobresaltos, su vida personal fue mucho más vertiginosa. Más allá de los escándalos producidos por sus excesos con el alcohol y las drogas, Ozzy estuvo envuelto en diversas polémicas. Fue vinculado al satanismo y acusado de instigación al suicidio luego de que un adolescente se quitara la vida mientras escuchaba su canción Suicide Solution. También tuvo que ser tratado contra la rabia cuando durante un recital le mordió la cabeza a un murciélago vivo que le tiró un fan al escenario y que Ozzy pensó que era de utilería porque estaba inmóvil. Este hecho se terminó convirtiendo en uno de los más recordados de la historia del Rock.
Osbourne logró algo que casi ningún artista de heavy metal pudo, que es convertirse en una figura de la cultura popular. En 1983 puso su voz en la canción Shake Your Head del grupo de pop bailable Was (Not Was), que también contó con la participación de la actriz Kim Basinger. Años más tarde apareció en el show de los Muppets y cantó junto a Miss Piggy una versión de Born To Be Wild de Steppenwolf.
En los 2000 se hizo famoso entre las generaciones más jóvenes de la mano de un reality show que fue un hito en la televisión. The Osbournes, emitido por MTV entre 2002 y 2005, mostraba la vida del cantante y su familia, y lanzó a la fama a su esposa Sharon y a sus hijos Kelly y Jack.
Sharon Osbourne fue la impulsora del Ozzfest, el propio festival de heavy metal de Ozzy, en el que, entre 1996 y 2017, participaron las bandas más importantes del género y que tuvo a su máximo referente como cabeza de cartel en la mayoría de sus ediciones. El evento fue testigo de las numerosas reuniones de Black Sabbath, que desde fines de los '90 volvieron a tocar juntos haciendo giras esporádicas.
De los reencuentros que tuvieron en 2012 surgieron nuevas canciones y en 2013 editaron su último álbum de estudio, el aclamado 13. Finalmente, el año pasado decidieron despedirse de los escenarios con un tour mundial que incluyó a la Argentina y el 4 de febrero de 2017 dieron el último recital de su historia en su Birmingham natal, que quedó inmortalizado en el álbum y la película titulados The End.
Con la separación de Sabbath todavía fresca y tras décadas de excesos que están empezando a hacerse sentir en su cuerpo, Ozzy decidió que era turno de retirarse definitivamente y este año emprendió una gira que hasta 2020 lo llevará por todo el mundo y que esta noche llegará a Buenos Aires en el estadio Obras Outdoors. Ahora sí, parece que finalmente ha llegado el momento de escuchar el último alarido del padrino del heavy metal.