El director polaco afirma también que los miembros de la Academia de Holywood, de la que fue expulsado la semana pasada, "son un grupo de hipócritas".
El pasado día 3, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood anunció que, tras una votación, había decidido expulsar del grupo a sus miembros Bill Cosby y Roman Polanski por no cumplir las normas de conducta de la organización, establecidas en enero tras la irrupción del movimiento Me Too.
Una semana después, el abogado de Polanski ha enviado una carta a la Academia de Hollywood en la que sostiene que la decisión de expulsar al cineasta como miembro de ese grupo es ilegal y amenaza con llevar el caso a los tribunales, informó el diario Los Angeles Times.
Es más, el propio Polanski ha señalado en una entrevista a una revista polaca que el movimiento Me Too es una "histeria colectiva" y que responde a una "total hipocresía". El cineasta ha afirmado que todo el mundo se apunta al movimiento Me Too "principalmente por miedo".
Su abogado, Harland Braun, es de la misma opinión y sostiene que la Academia no ha seguido sus propias reglas y tampoco las leyes de California al denegar al realizador una oportunidad para defenderse.
"No estamos aquí combatiendo las razones de la expulsión, sino la descarada desconsideración de vuestra organización sobre su propio código de conducta, así como las violaciones de las reglas requeridas por el código de corporaciones de California", señaló el abogado.
La decisión, tomada por los miembros de la Junta de Gobernadores de la entidad, llegaba pocos días después de que el cómico estadounidense fuera declarado culpable de tres delitos de agresión sexual.
Polanski, por su parte, está acusado en Estados Unidos de haber violado en 1977 a Samantha Geimer, que tenía 13 años en el momento de los hechos, aunque la mujer desde hace años asegura que ha perdonado al director y quiere cerrar el caso.
Posteriormente, han aparecido otras acusaciones de mujeres contra el cineasta, de 84 años.
El director se declaró culpable en el caso de Geimer, pero se fugó a Europa antes de recibir su condena.
Polanski presentó el año pasado una serie de documentos para regresar a Estados Unidos y cerrar el caso sin tener que pasar por prisión, pero un juez de Los Ángeles rechazó su propuesta.
El director, que ha sido nominado al Óscar en cinco ocasiones y ganó la estatuilla en 2003 por El pianista, quiere una audiencia con los miembros de la Junta de Gobernadores de la Academia para explicar su versión de los hechos, según dijo Braun a la publicación en una entrevista.
Para Polanski, según el relato de Braun, los miembros de la Academia "son un grupo de hipócritas".
"Cuando le dieron el Óscar, todos sabían la existencia de ese caso. No era un secreto. Y de repente, se vuelven contra él y lo expulsan sin que pueda pronunciarse al respecto. Creo que pensaban que este caso iba a ser sencillo: un hombre de 84 años no va a luchar, ¿no?", señaló el abogado.