El dueño de un Mercedes-Benz S63 AMG, se llevó una desagradable sorpresa al revisar lo registrado por su cámara de seguridad.
Un canadiense llamado Daniel Sheikhan se quedó boquiabierto cuando revisó la grabación de la cámara de su flamante Mercedes-Benz S63 AMG, después de que lo dejara en el taller para una revisión.
El vehículo pasó 11 minutos en un concesionario oficial de la marca alemana, y los mecánicos en vez de examinar el coche en busca de averías, se dedicaron a un ‘trabajo’ más placentero. Se subieron al vehículo y se fueron de paseo a disfrutar de un día soleado.
Eso se llama disfrutar en el trabajo.
“Ya que no me lo puedo comprar, me doy una vuelta“, debieron de pensar. ¡¡¡Gran error!!!
es que el conductor había dejado la cámara de seguridad encendida y grabó todo lo que pasó dentro y fuera del taller.
Se los puede escuchar a los mecánicos planeando su salida a comprar helados y charlar d eotros temas.
Sheikhan asegura, en un medio local, que pagó 700 dólares (430 euros) por 90 minutos de ‘agradable pasatiempo’ para los mecánicos. Ahora, ha denunciado al concesionario por cobrarle una reparación en la transmisión del vehículo, que, como demuestran las imágenes, jamás llegó a realizarse. Eso sí, se lo dejaron muy limpito.