Es Stormy Daniels, quien se presentó como ex amante del presidente. Lo acusó ante la justicia porque el magnate dijo que era una estafadora.
La actriz porno Stormy Daniels llevó este lunes a la justicia por segunda vez sus diferencias con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y lo demandó por difamación porque éste la había acusado de de ser una estafadora.
La actriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, asegura haber tenido una relación con el mandatario en 2006 y 2007, cuando éste ya estaba casado con Melania y el hijo menor de ambos era un bebé.
En su primera demanda, Clifford pidió a un juez de Los Angeles que anule un acuerdo de confidencialidad que le impide hablar del asunto y por el cual recibió un pago de 130.000 dólares del abogado personal de Trump, Michael Cohen, investigado a su vez por la policía federal y la fiscalía de Nueva York. Clifford argumenta que el acuerdo no es válido porque nunca fue firmado por Trump.
Luego, este lunes, la presunta examante de Trump presentó una demanda ante la corte federal de Nueva York, ventilando aún más un asunto que la Casa Blanca parece querer callar.
En su demanda, presentada por el abogado de la actriz, Michael Avenatti, ésta reclama a Trump 75.000 dólares por la supuesta difamación que el presidente causó al calificarla de estafadora en su cuenta Twitter, que tiene 50 millones de seguidores.
A fin de marzo, la actriz reveló detalles de su presunta relación con Trump en una sonada entrevista con la CNN, y dijo que en 2011, cuando trataba vender su historia a la revista Touch, fue amenazada por un desconocido en un estacionamiento de Las Vegas.
Clifford dijo que estaba en su coche con su bebé, y que el hombre sugirió que la niña sería perjudicada si la actriz hablaba públicamente de la relación con el mandatario.
"Deje a Trump solo. Olvídese de la historia", rememoró Daniels sobre las palabras del hombre. Según su testimonio, el hombre miró a la hija pequeña de la actriz, que estaba en el asiento trasero del vehículo y dijo: "Es una niña hermosa. Sería una pena que le ocurriera algo a su madre".
Al final la historia nunca fue publicada, según la prensa estadounidense porque Michael Cohen amenazó con demandar a la revista Touch.
Hace unas semanas, la actriz encargó un retrato del hombre desconocido que fue difundido por televisión. Su abogado ofreció una recompensa de 100.000 dólares por datos sobre el individuo.
Al día siguiente, Trump lo ridiculizó en un tuit, y dijo que se trataba de un croquis realizado "años más tarde, de un hombre que no existe". Aseguró que todo es una "estafa" de Clifford a la prensa.
En la demanda, se considera que el presidente atacó con falsedades la veracidad del testimonio de Daniels y utilizó la enorme audiencia de su cuenta en Twitter para "denigrar" a la actriz.
El abogado de Trump, Michael Cohen, está siendo investigado después de que el FBI registrase su oficina el pasado 9 de abril y confiscase documentos relacionados con distintos asuntos, entre ellos, los supuestos pagos que hizo a Daniels.
Cohen ha asegurado que abonó 130.000 dólares a la actriz de sus propios fondos y sin el conocimiento del presidente.
Sin embargo, dado que eso ocurrió en la recta final de la campaña de las presidenciales de 2016, hay expertos que afirman que el pago violó las leyes sobre financiación electoral al tener como fin proteger la imagen de Trump.
Hay otro caso de ex modelos que litigan contra el presidente. La ex “conejita” de Playboy, Karen McDougal también asegura haber tenido una aventura con Trump. La mujer presentó una demanda judicial para escapar de un contrato que le impedía contar su historia y llegó el 18 de abril a un acuerdo amistoso que le permitirá difundirla.