La cocinera recordó a su hijo fallecido y su lucha por volver a apostar a la vida al haber tenido dos hijos más.
Después de que Maru Botana se manifestara en contra de la legalización del aborto a través de un video que se difundió con el lema "Cuidemos las dos vidas", fue tendencia en Twitter y fue blanco de fuertes críticas que hicieron referencia a su hijo que murió.
Facundo falleció de muerte súbita el 21 de septiembre de 2008 cuando tenía seis meses. En ese entonces, la cocinera estaba de vacaciones con su marido y sus hijos más grandes y dejó al más pequeño al cuidado de su madre.
La periodista Claudia Acuña, después de enterarse de la postura de Botana sobre el aborto, escribió un tuit, que después debió borrar por la polémica que generó. "Eliminé el tuit porque estaban dando RT los que hackearon la cuenta de @lavacatuitera", escribió quien es una de las referentes de la campaña proaborto libre y gratuito.
Maru Botana utilizó su cuenta de Instagram para escribir un extenso y conmovedor descargo por los mensajes que recibió en las redes sociales por expresarse públicamente en contra del aborto.
"¿Cómo no apostar a la vida? Es inmenso el dolor de la muerte, el vacío total, un precipicio. Me aterra de solo pensarlo", comienza el texto que compartió a su casi medio millón de seguidores y en el que hace referencia al dolor que sintieron tanto ella y su familia por la muerte de Facundo y cómo volvió a apostar a la vida al decidir tener más hijos.
El texto completo
Una publicación compartida por Maru Botana (@marubotanaok) el
Obvio que es muy delicada la situación uno se encuentre. Pero yo apuesto a la vida todos los días porque la pérdida de un hijo es un dolor que no podés soportar.
Yo quiero que respetemos las ideas de cada uno, nos escuchemos y podamos hablar de este tema. Apostemos más a la familia y a trabajar para cuidar vidas.
Yo pasé por el dolor más grande que puede tener una madre. Un dolor que te atraviesa por todo tu cuerpo y te deja su marca para toda la vida.
En ese momento tenía seis hijos, mi sueño hecho realidad. De repente, pasó lo de Facu y fue como que me clavaran un puñal en el corazón. Al día de hoy me pregunto por qué.
Todavía hoy no puedo creer cómo pude seguir, cómo pude seguir educando a todos esos chiquitos que no entendían cómo su hermanito se había ido para nunca volver. Fue muy difícil, pero gracias a Dios, y al amor que nos tenemos, lo logramos.
Y apostamos a la vida nuevamente con mucho miedo pero con mucho amor. La vida nos regaló dos bombones que nos enseñaron a volver a creer.
Yo creo que todos nosotros tenemos que volver a creer en nosotros, a confiar, a respetarnos, a valorarnos, a escucharnos y a hacer un cambio.
No sé si pueda expresarles lo que siento porque la realidad es que dolores como este son inimaginables, pero sí decirles que, sin dudarlo, apuesto a la vida y trabajé y eduqué a mis hijos para que no tengan miedo y crezcan felices.