El sujeto se dio a la fuga pero finalmente fue atrapado. El conductor estaba armado. Investigan si se trató de un atentado terrorista.
Un hombre mató hoy al menos a nueve personas e hirió a otras 16 al atropellar a varios peatones con una furgoneta en el centro de la ciudad canadiense de Toronto, antes de ser detenido luego de una tensa confrontación con la policía, informaron autoridades.
Testigos dijeron que el hombre manejaba a alta velocidad y parecía actuar de manera deliberada, pero la policía señaló que aún desconocía la causa o las motivaciones del hecho.
Al dar la cifra de víctimas, el subjefe de policía de Toronto, Peter Yuen, dijo que el vehículo fue encontrado y su conductor arrestado, aunque no dio detalles sobre la investigación.
En declaraciones a periodistas, Yuen dijo que la policía aún estaba interrogando a testigos y examinando imágenes tomadas por cámaras de seguridad como parte de una investigación que calificó de "compleja".
"Puedo asegurar al público que todos los recursos que tenemos disponibles serán desplegados para investigar esta situación trágica. Esta será una larga investigación", agregó.
Uno de los hospitales adonde fueron llevadas las víctimas dijo haber recibido a ocho personas, una de las cuales fue declarada muerta a su ingreso, informó el portal de noticias canadiense CP24.
Otros cinco pacientes estaban en condiciones críticas, uno en serio estado y otro bien, según un comunicado del Hospital de Sunnybrook.
El Hospital General de North York dijo haber recibido a otro grupo de heridos, pero no especificó a cuántos ni dio detalles sobre su condición.
En los últimos años, extremistas islámicos lanzaron sangrientos ataques con vehículos contra civiles en capitales y grandes ciudades, incluyendo Londres, París, Berlín, Estocolmo, Nueva York, Niza y Barcelona.
El incidente de hoy sucedió mientras ministros de los países más industrializados del mundo estaban reunidos en Toronto para discutir cuestiones internacionales de cara a la cumbre del Grupo de los Siete (G7) que se celebrará en la ciudad canadiense de Québec en junio próximo.
En el encuentro, el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, dijo a sus pares que todavía era demasiado pronto como para concluir si el atropello había sido un ataque extremista con ramificaciones políticas o religiosas, naciones o internacionales.
La embestida ocurrió hacia las 13:30 locales, cuando una furgoneta blanca se subió a una vereda cerca de una esquina y condujo una cuadra a unos 60 o 70 kilómetros por hora, chocando todo a su paso, según testigos.
Tras atropellar a un grupo de peatones, la vereda quedó manchada con sangre e imágenes de la cadena de noticias local CBC mostraron cómo varias personas eran atendidas en la acera en las inmediaciones de la salida de una estación de subte.
La furgoneta subió el cordón y atropelló a la gente sobre la vereda, explicó la oficial y vocera policial Jenifferjit Sidhu a CBC.
Más tarde, un video, al parecer grabado con un celular y difundido por varios medios locales, mostró a la policía en el momento en que detuvo al conductor, quien vestía ropa oscura.
El video comienza con el hombre apuntando a un policía con un objeto que sostiene en su mano derecha, que no parece ser un arma. El agente, a su vez, lo apunta con su pistola hasta que el hombre cede y se da la vuelta con sus brazos en alto.
Finalmente, varios policías lo reducen, esposan y lo tiran dentro de un patrullero.
Aún después de la detención, la policía informó que cerró la intersección de la calle Yonge Street con la avenida Finch para investigar e instó a la gente a evitar la zona. Además, el servicio de subte en la zona fue suspendido.
El incidente conmocionó al país y el primer ministro Justin Trudeau fue uno de los primeros en expresar sus condolencias.
"Nuestros corazones están con todos los afectados", dijo Trudeau ante la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense y explicó que está siguiendo de cerca los avances de la investigación.
Por ahora, la información oficial es poca. Sin embargo, varios testigos contaron lo que vieron.
Jamie Eopni, por ejemplo, dijo a CP24 que estaba dentro de una cafetería cuando vio a la furgoneta avanzando por Yonge Street.
"Se estaba chocando todo. Destruyó un banco. Si hubiese habido alguien habría sido atropellado en la vereda", contó Eopni.
"Chocaba contra los postes. No parecía importarle adónde iba o qué estaba haciendo", agregó.
Otro testigo, Steve Cortese, dijo a la cadena CNN que estimaba que la camioneta iba a "entre 60 y 70 kilómetros por hora".
"Y después, estalló un pandemonio y todos empezaron a enloquecer", agregó.
Hasta ahora, Canadá se ha visto exenta de los grandes ataques islamistas que han golpeado a otras potencias occidentales en los últimos años, aunque no ha sido completamente inmune a estos hechos de violencia.
En octubre pasado, un hombre apuñaló a un policía en la ciudad de Edmonton, en el oeste del país, antes de atropellar a varios peatones con una furgoneta y herir a cuatro personas.
En marzo de 2016, un canadiense que simpatizaba con el islamismo radical atacó a cuchilladas a dos soldados en un centro de reclutamiento militar en Toronto.
Y en Québec, en octubre de 2014, un canadiense arrolló a dos soldados con su auto en un estacionamiento y mató a uno de ellos. El conductor fue murió acribillado por la policía al intentar atacar a varios agentes con un cuchillo.
Dos días después, otro canadiense mató a tiros a un soldado que custodiaba el memorial para los caídos en combate de Ottawa, cerca del Parlamento.
A continuación entró en el Parlamento, que estaba en sesión y con el gobierno reunido en su interior. No llegó a entrar al recinto, la seguridad del edificio lo mató.