La modelo hizo un mega festejo en el Palacio Raggio para celebrar sus 33 años. En compañía de amigos y famosos, la fiesta se extendió hasta altas horas de la madrugada, pero terminó en escándalo por los ruidos molestos.
La modelo Floppy Tesouro está acostumbrada a las grandes celebraciones y, año tras año, sus cumpleaños son motivo de congregación de famosos. En esta oportunidad la cita fue en el Palacio Raggio y, aunque no parezca, la muchacha sopló 33 velitas.
Floppy deslumbró con un sobrio vestido bordó cuyo único destaque fue su escote y sus hombros al descubierto. La felicidad de la agasajada estaba a la vista y, en compañía de su hija, Moorea, y su marido, Rodrigo Fernández Prieto, recibió a los invitados en su departamento, pero luego la fiesta se trasladó a los pasillos del Palacio en San Telmo.
Y la mudanza trajo sus consecuencias, porque los vecinos del lugar, cansados y molestos por la música a todo volumen –el responsable de las bandejas fue el reconocido DJ Mariano Legui– y el murmullo del centenar de invitados, terminaron llamando a la Policía para que interviniera. La indignación de los vecinos también se debió a que los invitados dejaban restos de comida y vasos a medio terminar por los pasillos del selecto edificio.
Pese a esto, nada opacó la alegría de la cumpleañera, que dio por finalizado el festejo a las 11 de la mañana del día siguiente. Además, en un gesto reparador y para calmar las aguas entre los vecinos, la modelo contrató a una empresa de limpieza que se encargó de no dejar rastros de lo sucedido.
Entre los asistentes destacados se encontraron Facundo Moyano, que no llegó solo sino, por el contrario, con Eva Bargiela; Virginia Gallardo, la modelo Stephanie Demner y Jesica Cirio junto con Martín Insaurralde. También estuvieron acompañándola sus padres, que se encargaron de hacer el relevo para el cuidado de Moorea, y así la anfitriona pudo bailar sin descanso junto con sus compinches.
Como cada año, Floppy eligió un diseño para su torta que refleja su admiración por las marcas de lujo, en esta oportunidad la elegida fue Gucci, ejecutado por las manos expertas de Laura Alvarez Bakery. No casualmente Moorea lució un look en composé al motivo. Más allá del pequeño incidente, Floppy tuvo otra celebración soñada.