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Pérez Volpin: el abogado de la familia contó su versión de la muerte de la periodista

Con los resultados finales de la autopsia en la mano, Diego Pirota se refirió al endoscopista, a la anestesista, al sanatorio de La Trinidad y al juez Ghirlanda.

15/04/2018

Ya con el informe final de la autopsia de Débora Pérez Volpin en la mano, Diego Pirota, el abogado de la familia de la periodista fallecida, dio detalles sobre cómo procedieron, según él entiende, los profesionales que participaron de la endoscopia en la que murió Pérez Volpin. Además, se refirió al accionar del sanatorio de La Trinidad y al desempeño de juez Gabriel Omar Ghirlanda, quien dejó la causa días atrás tras ser cuestionado.

"Ahora tenemos certezas sobre la lesión en el esófago de Débora. Sabemos que a esa lesión la precedieron tres hematomas en la zona en la que está, de manera que no quedó ninguna duda de que no era preexistente. Se provocó con el endoscopio. Y pudimos conocer que esa es la causal de la muerte", afirmó Pirota en el programa Animales Sueltos del canal América. Y agregó que desde que la legisladora entró en el proceso endoscópico hasta que murió "pasaron menos de 10 minutos".

El abogado también se refirió a lo que aún no se sabe en la investigación y por esos "puntos ciegos" cuestionó al juez Gabriel Ghirlanda. "Sabemos quiénes son las tres personas que participaron en el procedimiento endoscópico. Pero cuando se desata la crisis y la situación se tornó incontrolable, aparecieron muchas más", remarcó. Y agregó que de eso no hay pruebas porque la Clínica no aportó las imágenes de las cámaras de seguridad.

En cuanto a la anestesista Nélida Inés Puente, Pirota puso el foco en la autodenuncia que presentó la mujer tras la muerte de Pérez Volpin. "Ese escrito de defensa es una prueba suficiente para poder pedir que se la procese, se la eleve a juicio y se la condene", afirmó. En esa declaración --dice el abogado-- cuenta que realizó un procedimiento que no debía hacerse.

"El endoscopista, en la historia clínica, dice que tiene dificultades para entrar, pero entra. A los 30 segundos produce la perforación, no hay dudas, y llega a la segunda porción del duodeno. ​No sabemos cómo con una punta de goma (la del endoscopio) perforó, pero la única manera, nos dicen los endoscopistas, es que esa punta de goma tiene una pinza que va adentro (como un cable de acero) que se pone una vez que el endoscopio ya está en la posición del estudio. Evidentemente, como le costó ingresar, porque no es rígido el endoscopio, tuvo que haber introducido la pinza para darle rigidez", describió Pirota.

"Débora estaba casi en paro, toda hinchada. Tanto que cuando la anestesista le pone la máscara en la boca, la cara estaba deforme, no la podía sostener y el aire salía para todos lados. Lesiones puede haber en una endoscopía. Pero mientras el aire no salga por esa perforación y se deposite en el resto del organismo, provocando el colapso de los pulmones y el corazón, nadie se muere de eso solo. El endoscopio no tiene la presión (suficiente) para generar esa cantidad de aire, inusitada. Entonces pensamos que no funcionaba para insuflar aire y se conectó a la pared, a la entrada de aire a presión. Eso es clandestino. Ahí la anestesista le pone una máscara de aire a presión por la boca, y le pone cinco litros de aire que hizo que le reviente el estómago, que resiste hasta tres litros", detalló el abogado de la familia de la periodista.

El endoscopio entregado a la Justicia por el Sanatorio de La Trinidad fue otro de los temas a los que se refirió Pirota. "(El sanatorio) tiene unos seis endoscopios de última tecnología. Y el que entregaron a la Justicia es un cachivache que tiene 30 años, con un monitor viejísimo y que no graba. Es el peor de todos". Este aparato fue secuestrado tres días después de la muerte de Pérez Volpin.

En este momento en la causa se investiga un posible homicidio culposo, señaló el abogado. Respecto al juez anterior, la familia estaba a punto de recusarlo. "Dejó que Galeno (dueña de La Trinidad) ponga peritos en una causa en la que no es parte", se quejó Pirota. "No puedo demostrar que se corrompió para dar vuelta todo. Puedo pensarlo", siguió.

Sobre las cámaras de seguridad de La Trinidad, el letrado expresó: "Hay una sola en los pasillos que toma la entrada a los quirófanos, pedimos las imágenes de los tres días posteriores (a la muerte de Pérez Volpin), para ver si nos cambiaron el endoscopio que en realidad se usó". Pero, asegura, el juez Ghirlanda no dio curso a la solicitud. "Hoy dicen que regrabaron sobre esas imágenes", cerró Pirota.

Fuente: Clarín