Los sublevados son gente de la capital que debió ser trasladada a comisarías del interior ante la falta de espacios para ser alojados. Seis detenidos debieron ser internados.
Un motín que pudo terminar en una tragedia, se produjo cerca del mediodía de ayer en la comisaría de Monteros, ubicada al frente de la plaza principal del lugar. El incidente fue iniciado por unos nueve procesados de la Capital que quemaron colchones para reclamar ser reubicados en la ciudad de origen por cuestión de distancia, según se informó.
Seis apresados debieron ser internados en el hospital local con principio de asfixia. Uno de ellos, que presentaba complicaciones, fue derivado al hospital “Miguel Belascuain” de Concepción. Todos evolucionaban favorablemente, de acuerdo a un parte oficial.
“Lo acontecido revela una vez más la situación de crisis que presenta la infraestructura de arrestos en la provincia. Los sublevados son gente de la capital que debió ser trasladada a comisarías del interior ante la falta de espacios para ser alojados”, sostuvo Mario Velázquez, juez en lo Penal del Centro Judicial de Monteros.
El magistrado reveló que la comisaría local tiene capacidad para alojar a 17 personas y sin embargo en el momento del motín había un total de 25, según datos suministrados por sus autoridades.
“El problema demanda de una urgente intervención del Estado a fin de atender el colapso que acusan los lugares de arrestos”, insistió Velázquez.
En Monteros la crisis se profundizó a partir de que este magistrado dispuso la clausura del arresto de la comisaría hasta tanto reúna las condiciones adecuadas para su rehabilitación.
“La quema de colchones se inició alrededor de las 11.30 por parte de gente de la Capital. Advertida la situación, de inmediato se convocó a la dotación de bomberos local. En el acto procedieron a sofocar el fuego. Mientras tanto, nosotros evacuamos el arresto rápidamente”, informó el comisario Alberto Jiménez, jefe de comisaría.
El funcionario confirmó que seis arrestados debieron ser trasladados al hospital local al acusar un principio de asfixia. Todos los detenidos son procesados por distintos delitos, entre ellos robo, robo agravado y tentativa de homicidio.
“La situación está controlada, no hubo fugas y ahora se está viendo dónde reubicar a esta gente porque el arresto quedó clausurado”, explicó Jiménez.