La reconocida actriz se encuentra en nuestra provincia de paseo.
Esmeralda Mitre aprovecha al máximo su estadía en Santiago del Estero para visitar algunos lugares históricos de la ciudad y conocer al santiagueño.
Se deslumbró con la calidez de la gente y la belleza arquitectónica. Este city tour lo hizo acompañada por su manager y el empresario santiagueño Pablo Escontrela, con quien se la vincula sentimentalmente luego de su separación de Darío Lopérfido.
Esmeralda Mitre, recorrió junto con su manager, Pablo Ini, y Pablo Escontrela los principales lugares de la ciudad. Se deslumbró tanto con el Centro Cultural del Bicentenario como también con la Catedral Basílica y otros edificios coloniales y modernos que se destacan en Santiago.
Además, ayer por la tarde, disfrutó de un día de campo en una propiedad ubicada en el sur de la provincia. En tanto, hoy no se descarta que la hija del director del diario La Nación, Bartolomé Mitre, visite Las Termas de Río Hondo. Y ella está feliz por esta posibilidad que tuvo de venir a Santiago. Venir a Santiago y compartir con amigos, ¿qué te dispara este tipo de lugar? Me disparan muchísimas cosas. Me emociona conocer mi país. Por ejemplo, a Santiago no lo conocía. Me emociona conocer gente nueva. Me emociona estar en mi país. Me emociona ver que la gente me recibe tan bien. Me encanta estar con amigos tan inteligentes, de ver que en Santiago hay gente tan profunda y buena. Tengo el placer, el gusto de estar en Santiago. Estoy muy feliz por cómo me recibieron, por cómo me tratan, disfrutando mucho. Ya me hicieron conocer gran parte de la ciudad (desde el Centro Cultural del Bicentenario hasta la Catedral Basílica y otros edificios públicos y posiblemente hoy vaya a Las Termas de Río Hondo). La verdad que me he sentido muy querida. Eso, para mí, es muy importante porque la vida y los años te hacen entender que no es tan fácil que la gente te trate con tanto amor. Así que espero poder trabajar algún día acá con algunas de mis obras cuando hagamos gira.
Sobre su presente, la artista mencionó: "Este presente lo estoy viviendo bien. Bueno, es un momento extraño porque me acabo de separar y te mentiría si te dijera que estoy viviendo el mejor momento de mi vida. Fueron once años y medio juntos (con Darío Lopérfido) donde hemos construido, de alguna manera, quizás un imperio cultural juntos. Obviamente, cuando él lo creo yo no existía en su vida. Después de haberse ido a España y a Nueva York a vivir volvimos juntos y ahí fueron muchos años de trabajo mío como actriz donde él me ha ayudado mucho. Fue donde yo hice, en teatro, 'Incendio', con Sergio Renán (dirección) y Ana María Picchio, y 'Hamlet', con Juan Carlos Gene (dirección) y con Mike Amigorena. Fueron las dos obras más importantes que hubo en Buenos Aires en los últimos tiempos. Hice "El príncipe de Homburg", de Heinrich von Kleist, dirigida por Oscar Barney Finn. Abrí el Bafici, Festival Internacional de Cine, que lo creo Darío (Lopérfido) cuando fue ministro de Cultura, la primera vez, en la ciudad de Buenos Aires. Volvió a ser ministro de Cultura dos veces. En la tercera vez fue ministro y director del Teatro Colón. Darío hizo una cosa maravillosa que fue que abrió el Teatro Colón al público que menos tiene. También hizo el Colón en la plaza del Vaticano con conciertos diferentes.
O sea, esta tercera vez y esta vuelta al Colón fueron trabajos que hemos hecho juntos. Él (por Lopérfido) me ayudó mucho en mis trabajos en los últimos tiempos. No es que mi carrera existió a partir de él ni él existió a partir de mí. Hemos hecho diez años de una yunta muy fuerte y además nos amábamos. O sea que, no es que éramos una yunta y nada más. O sea, claramente, no es un momento fácil. Me acabo de separar hace un mes. Yo elegí trabajar con gente buena, con gente que no es envidiosa. Elegí trabajar con gente que no te juzga. Elegí gente que quiere trabajar con uno y no que uno busca trabajar con ellos. Yo ya no tengo paciencia. Perdí la paciencia. A veces pienso que uno se juzga asimismo más allá de que los demás te juzgan.
Por último opinó sobre los prejuicios. "Antes, cuando era chica, me dolía. Me han juzgado y me han prejuzgado mucho. Pero, realmente, ya no me importa más. He pateado el tablero. He llegado muy lejos. Hemos llegado muy lejos juntos con Darío (por Lopérfido). Hemos vivido situaciones muy difíciles por envidia, aunque no me gusta utilizar la palabra envidia. La verdad es que fue así. Éramos como entre Simone de Beauvoir (escritora, profesora y filósofa francesa defensora de los derechos humanos y feminista) y María Antonieta (archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra) unidos por Jack Lang (Jack Mathieu Émile Lang, ex ministro de Cultura francés). Era imperdonable esa dupla (refiere a la que ella formó con Lopérfido). No es que él lo hacía todo solo. Yo lo acompañaba. Éramos dos personas conocidas. Entonces, el poder, entre comillas, porque para mí el poder es interno y no externo, genera mucha envidia. Para mí, el dinero no tiene nada que ver con el poder. De hecho, Darío tiene medio departamento conmigo que todavía no terminó de pagar".
"Yo sufrí mucho por gente que me ha usurpado, me ha utilizado. Darío siempre me decía si no me daba cuenta de que me estaban usando. Después me di cuenta que todo lo que él decía que me estaban utilizando tenía razón y fueron piñas para el alma. Me han ayudado mucho porque hoy en día, realmente, no me importa nada de nada. O sea, ya no entra casi más nadie en mi vida, excepto que le vea una mirada bondadosa. Les agradezco que me hayan hecho tanto mal para hoy estar tan bien" agregó.