La causa judicial se inició en Independiente, pero avanza a otros equipos de la Primera División tras analizarse más de 70 declaraciones testimoniales.
El escándalo de los abusos sexuales a futbolistas de las divisiones inferiores excedió a Independiente , el club en el que se hizo la primera denuncia. La Justicia investiga ahora si hubo hechos similares contra jugadores juveniles de Temperley.
Según fuentes de la pesquisa, luego de analizar más de 70 declaraciones testimoniales se hallaron indicios de que la red de pedófilos que captaba menores en Independiente habría cometido hechos similares en perjuicio de futbolistas juveniles en Temperley. Dicha presunción surgió cuando algunos de los testigos indicaron que sabían que excompañeros, que antes estaban en la pensión de Independiente y que pasaron a Temperley, les comentaron que fueron víctimas de la misma red.
Debido a que los casos de abuso se registraron en la misma jurisdicción, el Departamento Judicial Lomas de Zamora, y a que el primer hecho denunciado fue el que ocurrió en Independiente, el expediente seguirá a cargo de la fiscalía de Avellaneda. Temperley se convirtió en el segundo club de Primera División en el que se investigarán los supuestos abusos sexuales contra menores futbolistas.
Un equipo porteño, también de Primera, se convertiría esta semana en el tercer club en el que se desempeñan jugadores de las divisiones inferiores que habrían sufrido abusos sexuales. La denuncia por cuatro hechos se radicaría en las próximas horas en un juzgado de instrucción porteño y está en plena etapa de producción de las pruebas. Por tal motivo, el nombre del equipo se mantiene en reserva.
Con respecto a los hechos que comenzaron a ser investigados en el club Temperley, fuentes de la investigación indicaron que en el listado de sospechosos habría nombres comunes con los imputados por los abusos en Independiente.
A once días del comienzo de la investigación, la fiscalía de Avellaneda, a cargo de María Soledad Garibaldi, tomó más de 70 declaraciones testimoniales, entre las que figuran las exposiciones de siete víctimas realizadas con el sistema de la cámara gesell, debido a que se trata de menores. Daniel Bertoni, exjugador y técnico de Independiente, será citado como testigo debido a declaraciones en las que se refirió al caso.
"Hay algunos chicos víctimas que pertenecen a Independiente y otros que ya pidieron el pase a otros clubes. La estructura de esta red no funcionaba solo en Independiente, hay personas imputadas ajenas a esta institución", expresó la fiscal.
A partir del análisis de los testimonios, se estableció la existencia de otros 13 menores futbolistas que habrían sido víctimas potenciales de los abusos. Desde la fiscalía se ordenaron más de 30 allanamientos que derivaron en las detenciones de seis sospechosos.
El árbitro Martín Bustos fue el primer detenido del caso. El director de Seguridad de la Asociación Argentina de Árbitros fue apresado hace ocho días en El Talar de Pacheco.
Luego fueron apresados Silvio Fleyta, empleado de una importante cadena de supermercados; Leonardo Cohen Arazi, relacionista público; Carlos Alejandro Dal Cin, administrador de consorcios, de La Plata, y Juan Manuel Díaz Vallone, organizador de torneos de fútbol amateur en reconocidos complejos deportivos de Gerli, Remedios de Escalada, Sarandí y Avellaneda. Los dos últimos sospechosos se negaron a declarar.
El sexto detenido es el abogado Tomás Beldi, quien fue acusado por encubrimiento agravado debido a que una testigo dijo que había destruido a martillazos el celular del árbitro Bustos. No está vinculado con la causa principal.
Hasta el momento, los investigadores realizaron 120 capturas de perfiles de potenciales víctimas en diversas redes sociales, que usaban los imputados para captar a menores. El cruce de esos perfiles para buscar más víctimas quedó a cargo de los investigadores de Nuevas Tecnologías del Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Fiscalía General porteña, mientras que la División Cibercrimen de la policía bonaerense revisará las imágenes halladas en los teléfonos y tabletas secuestrados en el departamento de Cohen Arazi.