El incidente se produjo en la madrugada durante un intento de fuga en las celdas de la policía del estado Carabobo.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó la noche de este miércoles que 68 personas murieron en un "presunto incendio" en los calabozos de una estación de policía de la ciudad de Valencia, en el estado Carabobo.
"En las indagaciones preliminares los resultados arrojan el fallecimiento de 66 hombres y dos mujeres que se encontraban en calidad de visitantes", escribió Saab en su cuenta de Twitter horas después de los incidentes.
"Estamos determinando con exactitud la cantidad de fallecidos", había dicho anteriormente durante una conferencia de prensa el secretario general del gobierno de Carabobo, Jesús Santander.
"Se está realizando un proceso de valoración, investigación y determinación de las víctimas. No presentaremos cifras oficiales por respeto a los familiares de quienes estuvieron inmersos en esta situación irregular", señaló Santander.
3) En las indagaciones preliminares, los resultados arrojan el fallecimiento d 66 hombres y dos mujeres q se encontraban en calidad de visitantes (pernocta) A los mismos se les realizaron los respectivos protocolos d autopsia y entrega respectiva de los cuerpos a sus familiares
— Tarek William Saab (@TarekWiliamSaab) 29 de marzo de 2018
Medios locales informan de que la cifra de fallecidos podría ser más alta y que la mayor parte de las víctimas murió por asfixia.
Desde Caracas, a unas dos horas en auto, se desplazaron a Valencia efectivos de la policía científica.
Santander confirmó un motín como arranque de los incidentes, pero no dio más detalles.
Así mismo, indicó que las autoridades brindarán apoyo a los familiares con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos, así como atención psicológica a los familiares de las víctimas.
El hacinamiento de las minicárceles
La situación en este tipo de centros de reclusión ha sido denunciada en repetidas ocasiones.
"Puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento en circunstancias iguales o peores", dice a BBC Mundo Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad.
A Nieto no le extraña lo sucedido en Valencia.
Lleva tres años denunciando el hacinamiento de los centros de reclusión, lugares que terminan convirtiéndose en miniprisiones sin servicios para quienes, hacinados, esperan por semanas, meses o años una decisión judicial o simplemente un cupo en una cárcel.
Miles de reclusos
Según Nieto Palma, hay 45.000 personas en esas mismas condiciones que las de los calabozos de Valencia en aproximadamente 500 centros en toda Venezuela.
El activista afirma que en Valencia había más de 200 reclusos en un espacio para 40 y culpa al Ministerio de Servicios Penitenciarios, que afirma que sólo es responsable de la población reclusa en las cárceles.
Esos centros de detención no tienen la infraestructura para que una persona cumpla con una pena en prisión o un arresto prolongado.
BBC Mundo visitó en marzo de 2017 uno de estos centros de la policía del estado Miranda, en Los Teques, cerca de Caracas. Las pequeñas celdas daban cobijo a más de diez personas. No había patio ni infraestructura de cocina para alimentarlos. Sus familiares hacían cola para llevarles los alimentos dos veces al día.
"Mi familiar tiene dos años detenido aquí", dijo este miércoles Petra María, familiar de uno de los reclusos en Valencia, a Tibisay Romero, periodista colaboradora de BBC Mundo.
Algunos familiares decidieron romper el cordón policial para tratar de ingresar a la sede del cuerpo de seguridad y se produjo un forcejeo, por lo que los policías dispararon bombas lacrimógenas, informó Romero.
Un motín y un enfrentamiento con fuerzas especiales en un centro de detención judicial del estado Amazonas, en el sur del país, dejaron en agosto del año pasado 37 muertos.