La rubia ingresó a un reality de supervivencia y cuesta reconocerla. Duerme poco, come mal, y si a esto le sumamos que no puede utilizar maquillaje ni cremas, el resultado es detonante.
Finalizada la temporada teatral y luego del éxito en Mar del Plata con Magnifica, Romina Malaspina armó las valijas y partió rumbo a España. Si bien tenía la posibilidad de seguir creciendo en le país a nivel teatral, la idea de irse a Europa, un sueldo en euro y que su nombre comience a ser familiar allá y se le abran puertas, pudo más. Contratada por la señal española Telecinco, se subió a un avión que la llevó a Honduras, donde se está llevando a cabo el reality Supervivientes. Una experiencia distinta, en medio de la nada y sin las comodidades que puede llegar a tener en el living de su casa.
Si bien ella fue parte de Gran Hermano, en este caso, la experiencia es diferente. Los integrantes están al aire libre y tienen que utilizar el ingenio y compañerismo para salir adelante y no morir en el intento. Atenta siempre al cariño de sus seguidores, minutos antes de empezar el juego ,la rubia le envió un video agradeciendo el cariño y el apoyo. Por supuesto, más que sus palabras, llamó la atención su imagen. Ante el primer golpe de vista, no se parece en nada a la diosa que sale en revistas y se luce arriba del teatro.
Pese a estar sin una gota de maquillaje, a cara lavada y sin cremas, Romi se animó a mostrarse. En sus rasgos se logra ver el sacrificio y lo difícil de la competencia en la que se metió. El comer mal y dormir poco, ya empieza a verse en sus facciones.