El miembro de Daesh fue ejecutado, por un francotirador británico, con un tiro preciso que impactó en su cabeza.
Un francotirador británico eliminó a un jefe del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) con un disparo que es calificado por los expertos como "uno en un millón". El hecho ocurrió en Irak días atrás durante la noche, por lo que el contexto era aún más difícil.
El tirador, cuyo nombre no ha trascendido y es miembro del Servicio Aéreo Especial (SAS, por sus siglas en inglés), realizó el disparo de 1600 metros cerca a la frontera norte de Siria. Según las fuentes citadas por el diario inglés Daily Mail, el oficial tuvo "una ventana de 15 segundos" en la oscuridad para ejecutar al jefe de una unidad terrorista.
El disparo del agente del SAS dio en la cabeza de su objetivo, dándole muerte instantánea. De acuerdo con la publicación británica, el comando es sargento del Escuadrón G de esa fuerza militar de elite y se ha desempeñado tanto en Irak como en Afganistán.
El comando habría utilizado para su disparo de precisión una de las armas favoritas de los francotiradores: un fusil McMillan TAC-50 de fabricación estadounidense.
Esta arma letal permite disparos de más de 1500 metros, poco menos de la distancia que separaba al oficial de su blanco, quien en momentos en que fue sorprendido por la munición, estaba ingresando a una casa de seguridad del grupo terrorista en la frontera de Irak con Siria.
La fuente, bajo estricto anonimato, informó además que las tropas británicas dispuestas en la zona contaban con el dato de que el comandante de ISIS arribaría al lugar durante el día. Sin embargo, la ejecución debió realizarse cuando el sol se ocultó y con riesgo de que la locación del francotirador sea descubierta más fácilmente.