Jontell Reedom, de 27 años, vivía en la calle en Tulare, California, y según sus conocidos tenía problemas mentales.
Todos en en la pequeña ciudad de Tulare recuerdan las corridas de Jontell Reedom. Al igual que O.J. Simpson, la gloria del fútbol americano caída en desgracia tras el asesinato de su esposa en 1994, su capacidad para tomar la pelota y correr sin parar hasta el final del campo lo convirtió en unaamenaza para sus rivales.
Fue el jugador estrella del equipo de la Escuela Tulare Union entre 2005 y 2009. En 2008, a los 17 años, le dieron el premio al jugador ofensivo del año en la liga.
Sin embargo, sus sueños quedaron truncos al poco tiempo de dejar la secundaria. De origen humilde, con una familia totalmente desarticulada, Reedom pasó por distintas adicciones y dejó el deporte.
A los 27 años, ya había perdido casi todo. Vivía en la calle y sus conocidos aseguran que sufría problemas mentales, pero que no se dejaba ayudar.
Un conductor de autobús llamó el pasado lunes a la Policía para denunciar que un homeless lo había agredido. El acusado era Reedom, que trató de huir de los agentes cuando los vio venir.
Los uniformados trataron de detenerlo con una taser, pero la descarga eléctrica no surtió efecto. Es más, después de eso, el joven comenzó a golpear a uno de los oficiales.
El forcejeo continuó por algunos segundos en medio de la calle, hasta que el ex deportista le arrebató la cachiporra a un policía. Entonces, el otro sacó su pistola y le disparó varias veces.
Reedom quedó tendido en el piso. Llegó al hospital sin vida.
El Departamento de Policía de Tulare estudió la escena del crimen y está analizando el video grabado por un testigo, en el que se puede ver casi toda la secuencia. Los dos agentes involucrados fueron temporalmente suspendidos, a la espera del desenlace de la investigación interna que busca determinar si se excedieron o actuaron correctamente.