Anoche, un helicóptero cayó en el río Este de la ciudad de Nueva York : murieron dos de las seis personas a bordo y tres quedaron en estado crítico, según informaron las autoridades. Una de las víctimas fatales es argentina, según confirmó el cónsul en Estados Unidos.
La correntina Carla Vallejos tenía 28 años y estaba de vacaciones en la ciudad junto a una amiga. "Es un momento muy triste. La muerte de un compatriota en estas circunstancias es algo que nos llena de tristeza", dijo en diálogo con C5N Mateo Estreme.
"Hablamos esta madrugada con la familia de la persona que falleció y nos hemos puesto a disposición. Estamos trabajando con las autoridades para tratar de resolver la mayor parte de las cuestiones relacionadas con la confirmación de la identidad y los trámites de repatriación. Estamos trabajando respetando los deseos y la voluntad de la familia, que es lo que prima", indicó el funcionario.
Asimismo, advirtió que seguirán en contacto con los familiares, que todavía no decidieron si viajarán a la ciudad. "Les anticipé que nosotros vamos a facilitar todos los trámites de manera que en momentos de tanto dolor no tengan que preocuparse de estas cuestiones a distancia", indicó Estreme.
El accidente
El helicóptero se desplomó ayer cerca de Gracie Mansion, la residencia del alcalde. Una persona, el piloto, logró salir por su cuenta y fue auxiliado por un remolcador.
Los pasajeros fueron rescatados por buzos de la Policía y de los bomberos, que los rescataron cuando estaban de cabeza afianzados a los cinturones de seguridad dentro del aparato.
Daniel Nigro, jefe de los bomberos, aseguró: "Tomó tiempo a los buzos sacar a estas personas. Trabajaron con mucha rapidez, con tanta como les era posible. Fue una gran tragedia la que hemos tenido".
Testigos ubicados en un paseo marítimo cerca de donde cayó el helicóptero dijeron que el aparato hacía mucho ruido cuando volaba, después se precipitó de súbito en el agua y se hundió rápidamente.
Se desconocen las causas de la caída de la aeronave. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB por sus siglas en inglés) investigan el caso.