La muerte del joven se registró en la tarde del domingo en el hospital zonal.
Eran pasadas las 14 del caluroso domingo 4 de febrero cuando un hombre se presentó en el hospital zonal de Termas de Río Hondo con su hijo en brazos, pidiendo asistencia de inmediato. Los médicos lo recibieron y lo único que el hombre dijo era que el adolescente tenía problemas con las drogas.
Minutos después, el médico de guardia confirmaba lo temido por su padre: el joven de 18 años había fallecido.
De esta manera la policía comenzó a investigar sobre las causas del deceso, y por disposición del fiscal Rafael Zanni, dialogaron con el padre, un hombre de 41 años domiciliado en el barrio Villa Balnearia. El hombre fue sincero y admitió que su hijo consumía drogas; que había tratado de desintoxicarlo, pero que hacía poco tiempo había sufrido una recaída. Inhalaba pegamento.
Según su mismos relato, en el último tiempo, su cuerpo ya había a empezado a mostrar signos propios de una persona enferma: se le paralizaban las piernas y despedía olores.
Si bien, el fiscal ordenó la autopsia, la familia se negó a la misma, por lo que en el examen forense externo se pudo determinar que el muchacho murió de un paro cardiorespiratorio. Luego entregaron el cuerpo a su familia para su despedida.