El humorista conduce nuevamente la entrega de premios desde el Dolby Theatre de Los Ángeles
Ya había sido el anfitrión en la ceremonia del año pasado, que estuvo marcada por un papelón histórico: los presentadores Warren Beatty y Faye Dunaway le entregaron el premio a Mejor película a La La Land, en lugar de Luz de Luna. Pero en esta ocasión se tomaron las medidas necesarias para evitar nuevos errores y el conductor prefirió recordar aquel hecho con humor a través de las redes sociales, poco antes del inicio de la ceremonia.
La ceremonia arrancó puntual con un extenso monólogo de Jimmy Kimmel. Como era de esperarse, el actor le dio inicio a la entrega de los premios Oscar con más bromas sobre el error del año pasado. "Una semana antes del show los productores me habían dicho si quería hacer algo de comedia con ellos y dije que no. Entonces decidieron hacer una comedia por cuenta propia. Y fue comiquísimo", dijo.
Su discurso rápidamente pasó al otro tema que se encuentra presente en la noche del cine: la defensa de los derechos de las mujeres, en medio de las denuncias por acoso sexual en Hollywood y después de que el director Harvey Weinstein fuera expulsado de la Academia.
"No tenemos que permitir este tipo de cosas, tenemos que dar un ejemplo y si tenemos éxito aquí tenemos que trabajar juntos para ponerle un fin al acoso sexual en el trabajo, así solamente tienen que lidiar con el acoso en el resto de los lugares del mundo", dijo Kimmel.
Luego comenzó con la presentación de los nominados. El primer ganador de la noche fue Sam Rockwell en la categoría Mejor actor de reparto por su trabajo en Tres anuncios por un crimen. "Mis padres amaban el cine", dijo, al recibir la estatuilla sobre el escenario.