Será el 18 de marzo y podrá afectar a los satélites encargados de dotar a la población mundial de telefonía, internet, sistemas de posicionamiento global (GPS) y rutas aéreas o marítimas.
El próximo domingo 18 de marzo, una fuerte tormenta magnética golpeará a la Tierra, pudiendo afectar a los satélites encargados de dotar a la población mundial de telefonía, internet, sistemas de posicionamiento global (GPS) y rutas aéreas o marítimas.
De acuerdo al informe del Laboratorio de Astronomía Solar de Rayos X del Instituto Físico de la Academia de Ciencias de Rusia, tres días antes de la tormenta -es decir el 15, 16 y 17 de marzo-, se experimentarán alteraciones geomagnéticas.
Este es el tercer fenómeno similar en lo que va del año: el primero se registró el 15 de enero y el segundo el 19 de febrero.
El más reciente fue creado por una erupción solar, una gran explosión en la atmósfera del sol, que generó partículas cargadas.
La tormenta magnética se produce por la llegada de viento solar: la estrella -epicentro de nuestro sistema planetario- expulsa miles de millones de partículas, que alcanzan la Tierra en pocos días en forma de viento.
El campo magnético de nuestro planeta “amortigua” los efectos de esa llegada para que no haya catástrofes.
Sin embargo, en determinadas circunstancias, esas partículas logran atravesar la protección natural de la Tierra afectando las telecomunicaciones y generando luces en el cielo conocidas como auroras boreales.
Según advirtieron los especialistas, las personas más sensibles a estos fenómenos -que en principio no tendrán manifestaciones en el clima- pueden padecer dolores de cabeza, nerviosismo, agotamiento o ansiedad.