Bajo el hashtag #ArmMeWith, los educadores le reclaman más presupuesto.
Van a cumplirse dos semanas del tiroteo en una secundaria de Florida y Estados Unidos sigue debatiendo cómo terminar con estas tragedias. La semana pasada, luego de encontrarse con sobrevivientes y familiares de las 17 víctimas que fueron asesinadas por el exalumno Nikolas Cruz, el presidente Donald Trump habló sobre la posibilidad de armar a los maestros.
En medio de las protestas alrededor del país para que se termine con el acceso libre a las armas de fuego y se impongan mayores controles, el republicano redobló la apuesta y asegura que una posible solución es dar revólveres a los adultos. Trump entiende que los profesores capaces de portar armas deben actuar, que cuando comienza un tiroteo la reacción debe ser inmediata, que la policía tarda al menos ocho minutos en llegar a la zona del incidente y que si en la escuela hay armas los agresores van a pensar más de una vez si quieren realizar una matanza.
Sin embargo, las voces en contra de su propuesta se hicieron escuchar desde el primer momento y ahora llegaron a las redes sociales. Bajo el hashtag #ArmMeWith, profesores de todo el país le proponen al presidente que les dé otra cosa. En vez de armas, los profesionales piden cosas como "más fondos", "más consejeros" y "clases más pequeñas".
Olivia Bertels, una maestra de Kansas, y Brittany Wheaton, de Utah, son las dos mujeres que comenzaron con este movimiento para responderle al presidente.
"Fui a la universidad para educar a los niños, no porque quisiera matar a otro ser humano. Si quisiera un trabajo donde fuera responsable de portar un arma de fuego, habría tomado una carrera diferente. Los maestros ya soportan una gran carga cuando se trata de educar adecuadamente, debido a la falta de fondos, de apoyo y de recursos. Pedirnos que ahora carguemos con la responsabilidad de matar es irremediablemente dañino", dijo Wheaton de acuerdo con lo publicado por la cadena CNN.
En sólo dos días, estas profesoras contaron con el apoyo de 5 mil colegas y además aseguran que hora tras horas se suman más.
Chris Peck es uno de los maestros que se sumó y reclama al gobierno cursos más pequeños: "Cuarenta chicos son demasiados para conocerlos bien. Con más fondos, las escuelas pueden obtener más maestros para reducir el tamaño de las clases y permitir que ayuden a sus estudiantes. Pueden tomarse el tiempo para reconocer a los estudiantes en crisis y brindar apoyo".