Su dueña, que falleció hace unos días, lo designó como destinatario de su herencia y pidió a sus familiares que respetaran su última voluntad.
Un gato llamado Gerry, que vive en Sacile, Italia, heredó nada más ni nada menos que una fortuna de 30.000 euros. Su dueña, que falleció a principios de enero, lo eligió como uno de los destinatarios del dinero.
La propietaria dejó todo organizado para que a Gerry nunca le falte nada. En su testamento detalló que "en caso de necesidad, los herederos vendan joyas y muebles para proporcionar asistencia veterinaria y garantizar su bienestar".
@UnTemaAlGiorno #SiamoSoloNomi
— Elvira Di Ģian (@strabichina) 3 de octubre de 2017
Gatto gatto
delle mie brame
chi fa le più belle
fusa del reame ?
Gerry pic.twitter.com/grXmqTk8Zq
Según la hija de la mujer, Gerry tiene cuatro camas para dormir —una distinta según su estado de ánimo— y come gambas dos veces al día.
"Ella siempre nos enseñó a respetar todas las formas de vida para vivir con serenidad y en la fe de un Dios que considera a todas las criaturas por igual", agregó la hija.