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Darán libertad condicional a taxista condenado por violar a 15 mujeres

El escándalo ya sacude al Reino Unido. El taxista fue encarcelado por 15 violaciones y es sospechoso de haber abusado de más de 100 mujeres.

05/01/2018

Su discreta presencia en el asiento del conductor no lo hacía diferente de los miles de hombres que manejan los icónicos taxis negros de Londres.

Y sin embargo, detrás de su amistosa fachada, John Worboys escondía un motivo siniestro.

Se cree que entre 2002 y 2008 este sujeto llevó a cabo más de 100 violaciones y abusos sexuales en mujeres que viajaban en su auto y a quienes había narcotizado.

En 2009 fue condenado por 19 delitos, incluidos violación y asalto sexual, y se le sentenció a al menos ocho años en prisión.

El año siguiente, sin embargo, la policía informó que varias mujeres más se habían presentado a declarar en su contra y que en total el taxista supuestamente abusó de más de 100 mujeres.

Ahora, después de pasar 10 años detenido, Worboys, de 60 años, está a punto de ser puesto en libertad condicional y su caso ha causado conmoción en el país.

Muchos se preguntan si este hombre, que ha sido calificado de depredador sexual, ya no será un peligro para la sociedad.



La Junta de Libertad Condicional de Reino Unido asegura que "confía" en que Worboys no volverá a cometer un crimen.

Las víctimas

Worboys afirmaba que era alguien que rescataba a mujeres vulnerables que podrían caer en manos de charlatanes taxistas y que las ayudaba aunque no pudieran pagar la tarifa de su taxi.

En julio de 2007 una mujer se presentó en la policía para acusarlo y el taxista fue arrestado pero se decidió que no había suficiente evidencia para presentar cargos y fue liberado.

Entre esa fecha y febrero de 2008, 29 mujeres fueron atacadas por el taxista.

Además de Londres, Worboys también conducía su taxi en Dorset, en el sur de Inglaterra, donde tenía un estudio que producía películas para adultos y donde también se reportaron incidentes en la época en que el sujeto estuvo allí.

Todas sus víctimas eran mujeres que viajaban solas en la noche, de entre 18 y 33 años. Una de ellas, de 26 años, recuerda haber despertado en el taxi, mareada por los efectos de las drogas que el sujeto le había dado.

"Lo siguiente que recuerdo es que él estaba en el asiento trasero tratando de meter la mano en mi falda", afirma.

"Le grité que se alejara de mi".

"Deseoso de atención"

Worboys se había dedicado al striptease y a la actuación en películas pornográficas y se cuenta que vivía deseoso de la atención de las mujeres y que inventaba historias para impresionarlas.

Una de esas historias era que había ganado unos US$67.000 en un casino y, mostrando una bolsa llena de efectivo, se ganaba la confianza de su pasajera para posteriormente destapar una pequeña botella de champaña.

Las mujeres no sabían que el hombre había colocado en la champaña la droga Temazepam, la llamada "droga de la violación", que es un medicamento para el insomnio que produce relajación y sueño.

El fármaco se encontró en el equipo de herramientas que Worboys mantenía en el taxi junto con otros medicamentos, guantes de plástico, condones y un consolador.

Tal como lo declaró la fiscalía durante el juicio, tenía "todo lo que necesitaba para narcotizar y asaltar sexualmente a una pasajera en su taxi".

Worboys tenía licencia de taxista y había sido sometido a revisiones de registros criminales. Tal como lo dijo una de sus víctimas: "Al estar en un taxi se baja la guardia, aprendes a confiar en el conductor".

Otras mujeres no pudieron recordar nada después de haber dado unos cuantos tragos a la bebida narcotizada, y haberse despertado la mañana siguiente con el sentimiento de que algo estaba seriamente mal.

"Me sentí terrible, sumamente horrible. Algo había sido violado", declaró una de ellas.

Otras mujeres se mostraron cautelosas con las bebidas que les ofreció el taxista y las tiraron o evitaron tomarlas. Entonces dicen que la fachada de Worboys cambiaba totalmente al verse frustrado y se volvía amenazador.

El hombre elegía víctimas que habían estado bebiendo. Y posteriormente muchas dudaron de sí mismas o se sentían avergonzadas o pensaban que le quitarían el tiempo a la policía.

Eventualmente el taxista fue atrapado cuando una mujer fue a la policía para someterse a un análisis después de terminar desplomada en un baño después de haber aceptado una de sus bebidas.



Posteriormente se presentaron más mujeres a acusarlo y gracias a la evidencia que se logró recoger el hombre fue llevado a juicio.

Como señala Andy McFarlane, corresponsal de la BBC, "en el tribunal se presentó como una víctima. Se agarraba del estrado como si necesitara apoyo, y hablaba con timidez responsabilizando su sed de atención a su falta de caricias después de que su madre murió de cáncer cuando él tenía 13 años".

Las "otras víctimas"

Muchos se preguntaron por qué, si más mujeres se presentaron a acusarlo, sólo fue condenado por los crímenes contra 19 víctimas.

La Policía Metropolitana reveló en 2010 que otras mujeres se habían presentado después de que Worboys fue condenado en 2009 y que sospechaban que había atacado a más de 100 mujeres entre 2002 y 2008.

La policía indicó que aunque los alegatos fueron investigados, se decidió no seguir con los procesos judiciales.

Ahora se están pidiendo a la fiscalía que explique porqué se tomó esa decisión.

También se está cuestionando la decisión de la Junta de Libertad Condicional británica para liberar a Worboys después de haber estado 10 años en prisión.

Las organizaciones de ayuda a víctimas condenaron esta decisión.

El presidente de la Junta, Nick Hardwick, declaró que confía en que el sujeto no volverá a cometer crímenes y que la decisión de otorgarle libertad condicional fue "cuidadosamente considerada".

"Miramos una gran cantidad de evidencia, tanto de lo que ocurrió en los delitos originales, como las declaraciones de sentencia del juez , los programas y el trabajo que hizo el prisionero, los informes de personas que lo conocen bien", declaró.

"Analizamos toda la evidencia para tomar nuestra decisión. Y antes de liberar a alguien tenemos que confiar en que no volverá a cometer crímenes. Y esto es lo que la Junta hizo en este caso".