Con un programa iniciado en 2012, lograron erradicar las ratas que impedían la reproducción porque se comían los huevos de varias especies autóctonas.
Varias tortugas nacieron de forma natural en el archipiélago ecuatoriano de Galápagos luego de más de un siglo y tras exterminar con veneno a las ratas, en un proceso que también obligó a sacar del lugar a los gavilanes para esquivar la toxicidad, informaron hoy fuentes de la dirección de ese Parque Nacional (PNG).
"La presencia de la rata negra en la isla Pinzón, de 1.789 hectáreas, provocó la disminución de especies como la paloma de Galápagos, lagartijas, culebras y la tortuga gigante, que no podía nacer de forma natural porque los roedores se comían sus huevos", explicó Danny Rueda, director de Ecosistemas del PNG.
Así, "en diciembre de 2012 y tras cinco años de estudios sobre toxicidad", los expertos "dispersaron desde un helicóptero un veneno por toda la zona", precisó a la agencia EFE.
Los estudios previos habían alertado también sobre el riesgo que corría el gavilán de Pinzón, ya que podía comerse las ratas muertas. Por ello capturaron a los 12 que encontraron y los mantuvieron vivos durante tres años en la vecina isla Santa Cruz antes de devolverlos a su hábitat natural.
"Junto a los 12 gavilanes de Pinzón se capturó a otros 41 que habían llegado desde otros lares y a los que mantuvieron en esa misma isla hasta su liberación", detalló Rueda.
El especialista afirmó que en un monitoreo ecológico realizado en diciembre de 2015 lograron detectar "por primera vez, luego de más de 100 años, tortuguitas bebés nacidas en estado natural".
"Ese es el indicador de mayor relevancia en cuanto a la especie de tortugas gigantes de Pinzón", aseguró y enfatizó que en dos años de monitoreo y luego de esparcir el veneno "no se encontraron ratas en la isla, por lo que en 2014 fue declarada libre de roedores".
Se cree que las ratas llegaron a Galápagos con los primeros navegantes (piratas, balleneros) en 1800 y ahora el mayor reto es evitar una reintroducción, ya que "podrían llegar en algún barco", alertó Rueda.
En 1965, el PNG inició su programa de crianza y cautiverio con las únicas 20 tortugas que había en Pinzón, y desde entonces repatriaron 837 ejemplares.
"No repatriamos tortugas a Pinzón desde 2014 porque ya están naciendo en estado natural", destacó el experto.
Clarín