En diciembre de 2013 sufrió un grave accidente de esquí. La familia guarda un estricto silencio sobre su salud. Pocos pueden visitarlo y están prohibidas las fotos.
Ayer se cumplieron exactamente cuatro años del grave accidente de esquí que sufrió Michael Schumacher en la estación francesa de Meribel. Fue el 29 de diciembre de 2013. Desde entonces, poco se sabe realmente del estado de salud del heptacampeón mundial de Fórmula 1 debido al estricto hermetismo de su familia, que ha generado distintas versiones y rumores a lo largo de este tiempo.
El accidente (un fuerte traumatismo de cráneo contra una roca) le dejó graves secuelas a Schumacher, a quien no se ha vuelto a ver públicamente. Su esposa Corinna impuso un silencio absoluto, y son contados los comunicados o desmentidas oficiales durante estos años. Incluso, la revista alemana Bunte fue demandada por la familia y condenada por publicar la información de que el expiloto había empezado a caminar.
Schumacher cumplirá 49 años el próximo 3 de enero y solo se sabe que tiene internación domiciliaria en su mansión de Gland (Suiza) con atención de un costoso equipo de médicos, enfermeras y fisioterapeutas durante las 24 horas.
Sin embargo, nada se sabe sobre su real estado de salud: si respira por sus propios medios o de manera asistida, si recobró la consciencia, si puede mover sus miembros, si recuperó el habla. Todo es un gran misterio envuelto en versiones y mentiras que han acompañado la vida de Schumacher durante estos cuatro años.
"La condición física de Michael ayuda y hay leves señales de esperanza. La familia se aferra al milagro médico de su recuperación", reveló a la prensa alemana un amigo del múltiple campeón en noviembre pasado. Es lo último que trascendió.
Muy pocas personas tienen permiso para visitar a Michael en su casa y romper la restricción familiar. Entre ellos, el presidente de la FIA Jean Todt, Ross Brawn o Felipe Massa. Todos han respetado las estrictas reglas: nada de fotos ni declaraciones a la prensa.
Michael Schumacher
El alemán sigue ocupando un puesto de honor en la Fórmula 1 por sus siete coronas mundiales (1994 y 1995 con Bennetton y de 2000 a 2004 con Ferrari), con 91 victorias y 155 podios en 19 temporadas.