El impacto de un drone ante un avión puede acabar en catástrofe.
Los drones llevan en nuestra vida bastante tiempo, desde los más básicos que apenas se pueden separar de tu móvil unos metros, hasta los más profesionales, como los de DJI, que se pueden mover varios kilómetros a la redonda manteniendo el control en todo momento. Pero volar estos drones cerca de los aeropuertos es un enorme peligro, multado y perseguido por la Policía.
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Por desgracia ya se tiene constancia de varios incidentes entre aviones y drones.
Algunos aficionados se acercan demasiado en busca de la toma perfecta. El caso más sonado fue en abril de 2016 cuando un Airbus A320 de British Airways aterrizaba en el popular aeropuerto de Heatrow. Según el piloto la aeronave impactó con un drone durante la maniobra más peligrosa, la de aterrizaje.
En el aeropuerto de Bilbao pasó algo similar en mayo de 2016, cuando tres drones operaban a unos 900 metros del Aeropuerto de Bilbao y obligaron a un avión a maniobrar para esquivarlos.
En China se ha realizado una prueba que demuestra el gran peligro que es volar un drone cerca de un aeropuerto. Ayudados de una maqueta de la cabina de un avión propulsado por cohetes, se impactó un drone de DJI a la misma velocidad que el avión alcanza a 500 metros de altura.
El resultado muestra que el impacto de este drone podría dejar sin visión directa a la tripulación durante todo el vuelo, o peor, que el piloto pierda el control.
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Los daños al avión son evidentes. La velocidad de la aeronave sumada a la pequeña masa del drone hace que se convierta en un proyectil.
Según recoge la Agencia Estatal de Seguridad Aérea española, volar un drone cerca de un aeropuerto puede conllevar multas de hasta 225.000 euros. Existen unas normas que todas las personas deben cumplir a la hora de pilotar un drone, como el de hacerlo en una zona abierta lejos de aglomeraciones a una altura máxima de 120 metros.