Durante muchos años lo mantuvo oculto frente a la opinión pública por considerarlo poco estético, sin embargo, días atrás lo reveló y dejó a todos boquiabiertos.
La coquetería exacerbada llevó a Zaira Nara a ocultar durante muchos años su segundo nombre frente a la opinión pública. Por eso, su reciente confesión generó gran impacto no tanto por el nombre en sí, que es bastante común, sino por el misterio.
Su segundo nombre es Tatiana y pese a que a ella no le gusta, no se trata de nada extraordinario, sobre todo si tomamos en cuenta que a su hija le puso Malaika y que su pareja se llama Jakob vos Plessen.
Probablemente sea lo ordinario del nombre lo que no le agrada a la conductora, acostumbrada a sobresalir por su estilo original y su belleza. Nos queda una pregunta dando vueltas: ¿En el futuro lo que hoy es considerado extravagante será visto como normal y en todas las escuelas públicas de la Argentina habrá una Malaika, una Zoe, o una Uma? ¡Guarda!
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