Navidad y Año nuevo son dos noches en donde toda la familia se reúne a compartir la cena y las preguntas de todos los años son las mismas: ¿qué comemos? ¿cocinamos o 'compramos hecho'?
Llega fin de año, y a la locura de armar el arbolito, buscar los regalos y definir dónde pasamos las fiestas, se le suma las dos grandes preguntas que no faltan nunca: ¿qué comemos? Y ¿cocinamos o compramos hecho?
En el especial navideño buscamos todas las opciones que tiene la gente a la hora de definir su menú de fin de año, y en esta oportunidad, vamos por lo hecho, para todos aquellos que están cansados de la cocina y quieren disfrutar las fiestas lejos de ella, pero comer rico de todos modos.
Visitamos varias panaderías del centro de la ciudad y lo que más busca la gente son los sanguchitos; tanto en molde, (para hacer), como los ya preparados. Son varios los locales que ofrecen por docena infinidad de variedades que van desde los $150 en adelante. Siguiendo el camino de “las entradas”, también se ofrecen los piononos rellenos con atún, queso roquefort, palmito, jamón y pollo, cuyo precio varía entre los $200 y $300, de 20 porciones.
Otra de las opciones más recomendadas para familias numerosas es la pierna de cerdo flambeada, que son sus 6 kilos, los panes y las salsas que la acompañan promete satisfacer el hambre de hasta 50 personas.
A todo esto le podemos sumar los bocaditos surtidos que se ofrecen en algunas panaderías en cajas de 25 o 50 unidades, desde los $200.
¿Y el postre?
Después del brindis, es indispensable partir un pan de navidad y un budín para compartir; esos que desde comienzos de diciembre ya se venden en todos los supermercados y panaderías y no faltan en las tardes materas con amigos. Esos panes también se ofrecen en combos en varias panaderías céntricas, por ejemplo, un mousse de chocolate + un pan dulce con chocolate + budín y tarta de manzana a $450. Estos combos también varían de acuerdo a lo que cada cliente busque.
*Gracias a Inna Fattor por colaborar para esta nota.