La modelo habló de su relación con el futbolista y aseguró que "la rutina es difícil de combatir en una pareja, no vernos tanto con Jonás es un gran secreto para estar bien".
Mujer decidida, libre, inteligente y de armas tomar. Así se muestra Alejandra Maglietti (32) ante la vida, en la TV y las redes sociales, espacios en los que comparte su día a día sin filtros y con autenticidad.
Actualmente, la formoseña disfruta de su labor en Bendita, donde lleva ¡ocho años! como panelista, trabaja sin parar como modelo desde que irrumpió en 2006 en una recordada publicidad de Doritos, y está felizmente en pareja con Jonás Gutiérrez (34), futbolista con quien lleva más de tres años de amor, con convivencia incluida.
Dueña de una gran personalidad y un lomazo "saludable", protagonizó una sensual producción de fotos para Ciudad y se entregó a una charla intimista, en la que no dejó tema sin tocar.
-¿Cómo es la relación con tu cuerpo a través del paso del tiempo?
-A medida que me voy haciendo más grande, me agarran más inseguridades. Cuando era más joven, me animaba a mostrarme un poco más. Ahora estoy más tranquila. El tiempo y el estar en pareja te aplacan. Igual, me encanta la libertad de las mujeres y el poder usar lo que cada uno quiere. Cuando era chica y se empezaba a usar el colaless, lo disfruté y lo súper usé. Me encanta que las argentinas nos animemos a usar las bikinis cada vez más chiquitas.
-Recién dijiste que tenés inseguridades, ¿como cuáles?
-Tengo más inseguridades que antes. Quizás tiene que ver con que le cambié el foco a las prioridades. Antes me entrenaba o hacía un montón de cosas por mi cuerpo. Eso para mí era un tema central. Y hoy también me cuido, pero me cambió el foco. Me entreno con electrofitness y son sólo 20 minutos. Considero que valen otras cosas, que tienen que ver con lo emocional, el estar bien conmigo misma y no tanto con verme divina en un espejo. Eso, con la edad, fue pasando a un segundo plano... Pero a la vez, eso también hace que por momentos me sienta insegura con relación a la imagen, porque no le dedico tanto tiempo a mi cuerpo.
-Eso tiene que ver con una evolución mental, aceptarse como uno es y valorar otras cosas...
-Yo siento que tengo un cuerpo diferente a la media. Somos un país que lamentablemente admira mucho la delgadez extrema. En cambio, en otros países latinoamericanos se disfrutan más las curvas, de la mujer real. Y yo, a mi manera, traté de representar eso. Nunca hice una dieta extrema ni soy tan delgada. Incluso, en algunos comentarios que me dejan en las redes me ponen '¿estás embarazada?'. Y yo me río. Después están las otras personas que me ponen que les gusta ver a una mujer real, sin Photoshop. Deberíamos replantearnos eso. No hace falta estar flaca para ser linda. Hay que buscar un peso intermedio, saludable.
-Afortunadamente la mujer va ganando espacio y protagonismo en la socidad. ¿Vos qué tipo de mujer sos?
-Creo que soy una mujer muy decidida; siempre tuve muy claro lo que quería. Además, soy muy trabajadora y amante de la mujer independiente. Mi estereotipo a seguir es el de la mujer que se vale por sí misma, que disfruta de ser y hacer lo que le gusta, sin estar esperando la aprobación del otro. Me gusta la mujer que consigue sus propias metas solas. Me gusta la mujer libre.
-Estás en pareja con Jonás hace tres años, ¿pero qué buscás en un hombre?
-Busco que me dé libertad, que me haga sentir que, aunque esté en pareja, soy libre de elegir y de hacer lo que yo quiero. Me gusta que me acompañe, que me apoye en los proyectos que tengo y que no me esté criticando todo el tiempo.
-¿Todo eso lo encontraste en Jonás? ¿Es tu hombre ideal?
-Sí, él es muy comprensivo y muy compañero. Los dos trabajamos un montón y tratamos de acompañarnos. Cuando él tiene que irse a la concentración con su equipo, yo viajo al exterior a trabajar o hago desfiles. Y él me recontra banca. Jonás siempre me dice que admira la fuerza que le pongo a las cosas que hago y la energía con la que me muevo por la vida. Siempre estoy tratando de hacer cosas nuevas.
-¿Cómo mantienen la pasión y combaten la rutina?
-La rutina es difícil de combatir. Cuando él vuelve de entrenarse, yo salgo a la vida a hacer cosas. Nuestra rutina también tiene que ver con los perros que tenemos, que los tenemos que sacar pasear. Nos vemos a la noche, cuando vuelvo de Bendita. Cenamos juntos y ese es nuestro momento... O por la mañana, que también está la pasión. Esos son los momentos en los que mejor la pasamos. Quizás el no vernos tanto es un gran secreto para estar bien.
-Hoy que tenés una pareja afianzada, ¿perdonarías una infidelidad?
-No sé, si digo que sí es como darle piedra libre. He perdonado infidelidades, pero hoy no sé. Tengo una visión más comprensiva de las cosas, de los errores, pero es difícil.
-¿Sos una mujer celosa?
-No soy muy celosa. Soy celosa de situaciones concretas. Por ejemplo, no me da celos que le escriban cosas en las redes; me mato de risa. Y creo que él tampoco, ni lee lo que me ponen. Al contrario, yo lo incito para que salga, que disfrute de su cuerpo, que se muestre sin remera... Y se lo digo más que nada después de la enfermedad que le tocó vivir. Eso me cambió mucho la perspectiva y me di cuenta de que lo más importante es disfrutar el momento, que es con lo que te quedás. A veces hay que animarse a hacer más cosas y no tener prejuicios. Cuando le ofrecieron a Jonás salir desnudo en una tapa de una revista, él me lo consultó y yo le dije 'salí, estás hermoso. ¿Te acordás cómo estabas hace dos años? Disfrutalo'.
-Me decías que ninguno de los dos es muy celoso, pero si a él le llega un mensaje por WhatsApp comprometedor, ¿te lo blanquea? ¿Qué pasa con eso?
-Por WhatsApp no me pasó, pero por ahí me muestra algún mensaje de las redes sociales. Yo tengo sus contraseñas, pero no entro nunca. Las compartimos.
-¿Los planes de casamiento siguen en marcha?
-Sí, la idea sigue en pie. Vamos a ver cuándo. Nos íbamos a casar a fin de año, pero decidimos irnos de vacaciones. Pesaron más las ganas de viajar que las ganas de organizar una boda a fin de año, que es un quilombo (risas). Creería que va a suceder el año que viene, cuando él tenga el receso, cuando termine el campeonato. Casarse en invierno es más feo, pero no importa, nos vamos a casar ahí.
-¿Y la maternidad es otro paso a dar?
-Sí, seguramente el año que viene. No creo que esperemos tanto. No somos tan jóvenes y si queremos tener más de uno, hay que empezar. A mí me gustaría tener dos o tres hijos; él quiere tres. Pero lo iremos negociando cuando seamos padres.
-Hablando un poco de trabajo, ¿por qué nunca estuviste en el Bailando?
-Porque no me convocaron. Estuve hace un montón en el Patinando (2008) y el Cantando (2012). Soy un desastre bailando, no me tengo nada de fe porque soy de madera, pero por supuesto que bailaría. Yo me animo a todo.
-¿Y en Bendita cómo te sentís? ¡Ya llevás 8 años como panelista!
-Soy muy feliz en Bendita, me encanta estar. El grupo tiene mucha buena onda, entonces, ir a trabajar es ir a pasarla bien. Ojalá esté mucho tiempo más en Bendita porque la paso muy bien.