La campanita llamó a la pasión. Después del escándalo por la separación de Ariel Diwan y de dos años sin conocérsele pareja, la bailarina se enamoró de un joven jugador de fútbol.
El final de su última pareja no se dio en los mejores términos. En 2015, Gisela Bernal (31) se separó de Ariel Diwan, productor teatral con quien compartía la crianza de Ian, en medio de un escándalo al conocerse que él no era el padre del menor. Por entonces y mucho tiempo después, los días de la bailarina estuvieron inmersos en el escándalo mediático, con la opinión pública a su favor y en contra, y envuelta en la espera del resultado de un ADN.
El análisis genético determinó que es Francisco Delgado el papá del niño, y a partir de ahí se abrió un nuevo capítulo en la vida de la rubia. Mantuvo una disputa judicial con su ex por la propiedad en la que al día de hoy vive y fomentó el vínculo entre el pequeño y quien le dio la vida, también papá de Helenita, hija de Barby Silenzi. Y, como si tuviese poco, con la actual participante de Bailando por un sueño, la “protegida” de Flavio Mendoza también tuvo algunos que otros enfrentamientos. Por celos, reclamos de presencia de Delgado, cruces de fechas en las relaciones entre una y otra, al día de hoy las diferencias entre Bernal y Barby están en manos de la Justicia.
Volver a empezar. Después de dos años en que públicamente no se le conoció una nueva pareja, Gisela se animó a apostar por otra relación, con todo lo que eso incluye. Meses atrás, el camino de la jujeña se cruzó con el de Eros Medaglia, un joven jugador de fútbol, y no pudieron evitar la atracción. Claro, primero uno quedó deslumbrado por la estética del otro. El jugador de Atlético de Rafaela destacó las sensuales curvas de la protagonista de Taboo, musical erótico que se presenta en la Avenida Corrientes.
Y Bernal no pudo dejar de reparar en el cuerpo formado del defensor del club del Nacional B. Para después, cuando se conocieron, irse enganchando día a día y encontrando gustos en común. Sin embargo, la experta en baile tuvo la prudencia suficiente antes de reconocer públicamente que ya no está solita. “Mientras una más cuida la privacidad resulta mejor que cuando la gente empieza a indagar”, reflexionó hace poco más de tres meses, cuando se animó a contar, por primera vez, que había decidido darles una nueva oportunidad a los sentimientos, aunque quiso evitar los detalles de quien se había ganado su corazón, argumentando que “no pertenece al medio”. Hasta que llegó el momento en que la relación alcanzó una solidez significativa que le dio ánimo para avanzar, si en términos de exposición se trata. Así fue como, en los últimos días, Campanita, como suelen llamarla cariñosamente en el medio a Gisela, aprovechó una mini luna de miel en Jujuy, su provincia natal, para mostrarse con su media naranja, aquel hombre que hoy le “roba” una sonrisa de sus labios.
Con una postal entre romántica y sexy, Gise mostró el rostro –y medio cuerpo– de quien la acompaña por estos días, un hombre ocho años menor, que le devolvió la ilusión en el amor. Labios cercanos, ojos cerrados, rostro con rostro, Bernal publicó en su cuenta de Instagram la imagen que confirma –y reconfirma– el romance que lleva ya un tiempito. Con la ilusión y esperanza puestas en la relación, Gisela se dio la chance de volver a transitar un camino amoroso. ¿En breve se vendrá la convivencia? Como marchan las cosas con el deportista, todo parece posible.
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