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Espectaculos

Nicole Neumann: "Me estoy reencontrando con la mujer que fui hace unos años"

Separada desde hace cinco meses de Fabián Cubero, y en pleno romance con el diputado Facundo Moyano, la modelo y conductora abre su corazón. “El año pasado lloré mucho”. Cuenta lo que le costó hablar de la ruptura con sus hijas y de esta nueva apuesta en el amor.

25/10/2017

"Soy una mujer muy pasional, bien escorpiana, y siempre me gusta jugármela y vivir la vida a pleno. El año pasado estuve muy vulnerable, triste, con ganas de llorar todo el tiempo, y sentí que fue lo más cercano a la depresión. Por eso, después de pensarlo mucho, sentí que tenía que parar y barajar de nuevo. Juro que la remé mucho antes de tomar la decisión de separarme, pero creo que fue lo más sano para la familia. Ya no quería ser deshonesta conmigo".

Así de crudo es el relato a corazón abierto de Nicole Neumann (36): franco, directo, sin medias tintas. Fiel a su estilo. Y sin ocultar su costado vulnerable, aunque uno siempre la imagine envuelta en su irrenunciable encanto, con paso seguro y firme. Le sobra paño, qué duda cabe: empezó su carrera a los doce años y no tardaron en tipificarla como la primera "Lolita" de la Argentina. Desde ese momento hasta hoy, su carrera ha ido en constante crecimiento, convirtiéndola en una de las modelos más famosas del país.

Madre de tres hijas y separada desde hace cinco meses del futbolista Fabián Cubero (después de once años de relación), le llegó el momento de reinventarse. A puro coraje. Además de su profesión de siempre, está incursionando en la conducción en Tardes nuestras (KZO) y como panelista en Cortá por Lozano (Telefe).

Y en el plano personal, se está conociendo desde hace dos meses con Facundo Moyano (32), diputado nacional por el Frente Renovador. La charla arranca por ahí: por el corazón.

–Dicen que detrás de una crisis siempre hay una nueva oportunidad. ¿Cómo fue en tu caso?
–Yo primero toqué fondo, pero siempre fui una mujer muy optimista. Y cuando nos separamos pensé que Fabián y yo ahora íbamos a tener una nueva oportunidad para ser felices, porque nuestra pareja, el último año y medio, no estaba bien. Los dos estábamos alejados, ya no funcionábamos como matrimonio… Eramos como dos amigos. El proceso no fue fácil, porque estuve muy angustiada y me la pasé llorando durante muchos meses porque las cosas no estaban bien en mi matrimonio, y me costaba muchísimo asumirlas y decirlas. Lo que peor me hacía era tener que desarmar la familia. Crecí con padres separados y no quería repetir lo mismo con mis hijas. Por suerte, mi psicólogo, mi hermana (Gege Neumann) y mis amigas me contuvieron y me ayudaron.

–Y les costó tomar la decisión de separarse…
–Sí, antes de hacerlo, con Fabián intentamos remarla durante un año y medio: hicimos terapia de pareja, nos fuimos de vacaciones los cinco juntos, pero ya no nos pasaba lo mismo. Incluso nos tomamos un tiempo para ver cómo se lo íbamos a decir a las nenas. Hasta consultamos con una psicopedagoga para ver cómo enfrentarlas y que les afecte lo menos posible. Cuando dejás de sentir cosas por la persona que amaste, aceptarlo es un proceso muy duro… Sin embargo, después que lo aceptás, empezás a sanarte.

–¿Cómo es el proceso de sanación?
–Poco a poco estoy reordenándome… Me estoy reencontrando con la mujer que fui hace unos años y acomodando mis emociones, aunque mi prioridad es el bienestar de Indiana (9), Allegra (6) y Siena (3). Me di cuenta de que para que mis hijas estén bien me tenía que ocupar también de mí, porque sino, todo mi universo no iba a estar bien, todo iba a ser a medias. Ahora puedo decir que estoy renaciendo. Me siento una especie de Ave Fénix, recuperando las fuerzas.

–¿Cómo les transmitieron a las nenas que se iban a separar?
–Fue difícil porque con Fabián nunca discutíamos, ni nos llevábamos mal. Entonces decidimos explicárselo entre los dos y les dijimos que papá y mamá no se estaban llevando tan bien y que lo mejor para todos era que papá se fuera a vivir a otro lado, aunque ellas siempre van a poder estar con nosotros. Sinceramente, pensé que la reacción iba a ser más dramática… Al principio, Indiana se enojó y decía que para ella no era la mejor decisión. Pero con Fabián le hablamos hasta que entendió. Las dos más chiquitas se quedaron en silencio, no me soltaban la mano, y poco a poco siento que lo van comprendiendo… Hay noches en las que Siena viene a mi cama y me dice que quiere dormir en el medio entre Fabián y yo. Igual, ellas tienen muy claro que nosotros siempre vamos a ser sus padres, las vamos a cuidar y amar pase lo que pase.

–¿Cómo es Fabián como papá?
–Está siempre presente y tiene una muy buena relación con ellas. Mi psicóloga me decía que para mí fue tan fuerte conocer a papá recién a los 18 años, que elegí a Fabián como padre de mis hijas, porque es excelente. Con Fabián siempre vamos a ser familia, a pesar de estar separados. Tenemos tres hijas a las que amamos.

–¿Hablaron de la convivencia, de hijos?
–No, aún no hablamos de convivir, tampoco tocamos el tema de si algún día queremos tener hijos. Nosotros recién nos estamos conociendo. Y aunque todos nos rotulan de "pareja del año", intentamos conocernos como una pareja normal, tener nuestros tiempos y de disfrutar los momentos que podemos estar juntos. Cuando me separé también sabía que estaba abierta a volver a enamorarme.

–¿Y en el verano se vendrá la primera convivencia de Facundo con tus hijas?
–Estoy tan a full con mis hijas y mi trabajo, que aún no me puse de acuerdo con Fabián sobre qué Fiestas van a pasar ellas conmigo y cuáles con él. Ni tampoco cuándo se van a ir de vacaciones con cada uno.

–¿Tus hijas ya conocen a Facundo?
–No, todavía no lo conocen, y aún falta para que eso suceda. Primero nos tenemos que conocer más, hablar y vivir muchas cosas. Además, mis hijas por ahora se están acomodando a los tiempos de padres separados. Todo de a poco, y mientras vaya fluyendo bien, las cosas se van a ir dando solas.

–Siempre tuviste fama de llevar los pantalones en tu casa y de organizar cada cosa que hacés. ¿Es realmente así?
–Sí, porque desde chica estoy acostumbrada a llevar los pantalones, ser independiente, manejar mi dinero y resolver las cosas. Y siempre me costó salir de ese rol. Pero alguna vez me gustaría salir de ese lugar.

–Estás a punto de cumplir 25 años de tu primera –y polémica tapa– de GENTE, cuando tenías doce años y se te presentó como la "Lolita" de nuestro país. ¿Te arrepentís de haber empezado a trabajar desde tan chica?
–No me arrepiento de nada de lo que hice en mi carrera y mi vida, porque disfruté cada cosa que hice y hago. Igual, de chica era muy insegura, porque no tenía una buena relación con mi mamá y a mi papá no lo conocí hasta que cumplí 18. Entonces, el trabajo me ayudó un montón a confiar en mí, aprendí a sentir seguridad. De todos modos, con los años tuve que hacer terapia y mucho trabajo interno para crecer. Hoy soy muy segura de mí misma, pero también súper vulnerable: aunque no parezca, me afecta cuando hablan mal de mí.

–Si tus hijas quieren comenzar a desfilar a los doce, ¿las dejarías?
–No, no las expondría al modelaje hasta los 17. Quiero que vivan su infancia y su adolescencia sin presiones y bien. Igual, la única que dice que va a ser modelo es Allegra, que es mucho más extrovertida y abierta. Indiana es introvertida y analítica como yo, y Siena se parece mucho a Fabián.

–¿Cuáles son tus tips de belleza?
–Desde hace más de 21 años que soy vegetariana, y hace tres que me pasé al veganismo. Eso ayuda a la salud, te sentís con más energía. Estás nutriendo tu cuerpo, no de cosas que uno cree que son alimentos y en realidad son pura chatarra. En casa no se cocinan carnes, se come todo sano. Tomo mucha agua, uso cremas humectantes, hago ejercicio tres veces por semana y voy a terapia.

–En la última semana se reabrió la polémica sobre quién le puso el apodo de "Muqui" a Pampita. Y Julieta Prandi le dijo a Carolina que fuiste vos…
–La verdad es que no me acuerdo quién fue realmente. Es cierto que no había una excelente relación con Carolina, teníamos diferentes formas de pensar y de ser. Igual, para mí, lo que pasó hace tantos años ya caducó. Pero el año pasado, ella dijo en el Bailando que yo no quería hacer tapas con ella porque recién empezaba. Y no fue así, pero no me importa. El tiempo mata todo, y hoy no tendría problemas en compartir una tapa con Carolina.

–Si tuvieras que analizar tu presente, ¿qué dirías?
–Hoy me siento un poco más aliviada… Estoy aprendiendo a soltar.