Días atrás la morocha cumplió 34 años y lo celebró con familiares, amigos y un invitado especial: su nuevo novio. Te contamos quién es este joven que conquistó su corazón tras una extensa soltería.
Cada vez que se corta un pedazo de torta y se realiza un brindis, un ciclo se cierra y otro se abre. Todos los períodos son diferentes. Cumplir años no es únicamente soplar una vela y abrazarse con amigos. Es pedir deseos, proyectar, planificar lo que viene con una perspectiva netamente renovada. Es, diríamos, el momento más propicio para anunciarle a la vida que la finalidad no es otra que ir superándose a medida que el tiempo pasa. Más aún cuando el corazón late de una manera distinta, como le está sucediendo a Silvina Escudero, que después de transitar un tiempo en soledad se reencontró con el amor. Con esa sensación que acelera las pulsaciones e invita a disfrutar, nuevamente, de esos delirantes sueños que sólo conocen aquellos que alguna vez se enamoraron. La bailarina cumplió 34 abriles y lo celebró con allegados y familiares, con un perfil un tanto más bajo que en otras oportunidades, aunque con la felicidad de compartir un momento tan especial con su nuevo novio.
¿De quién se trata? De un joven de 32 años llamado Federico, al que conoció a principios de año. La relación fue blanqueada en junio, pero a juzgar por los audios que intercambiamos con la morocha, no se puede saber demasiado más sobre él. “Nos cuidamos, sólo por eso no quiero decir ni el apellido ni a qué se dedica. Unicamente voy a admitir que tiene dos años menos que yo. ¿Dónde hice el cumpleaños? En mi casa, muy tranqui todo”, fue el testimonio de la ex participante del Bailando por un sueño, que está empezando a recorrer un nuevo tramo sentimental tras su separación de Lucas Velasco y otros amoríos fugaces (Tacho Riera, Cayetano, etcétera) y pretende blindarlo para evitar los perjuicios del ruido mediático. “Es más una decisión de él, no tanto mía”, se atajó más tarde. En definitiva, es lo que menos importa. Cada pareja es un mundo y se rige por sus propias reglas, más aún cuando todo es tan prematuro.