La ex participante de "Gran Hermano" ya tiene vuelo propio: sueña con armar una carrera en el exterior.
Su belleza no sorprende. Puede que asombre y hasta que cause estupor… Pero sorprender, no: así la conocimos en la edición 2015 de “Gran Hermano”, aquella que ganó Francisco Delgado.
Oriunda de Mar del Plata, nació bajo el signo de Cáncer: el 7 de julio cumplió 23 años. Es fanática de los autos. Los fierros, como quien diría. Obsesiva de la limpieza, se define como “alegre, simpática, ordenada y perfeccionista”. ¿Algo más? ¡¿Cómo?! Bueno… realmente, ¿hace falta algo más? Abajo las exigencias…
Porque hablando de exigencias… Romina lo es con su cuerpo, el mismo que (aunque cueste creerlo) fue señalado en más de una ocasión por los críticos de turno, aquellos que pueblan las redes sociales.
“Entreno, pero tampoco tanto: incluso estuve un mes de vacaciones. Pero lo importante es la alimentación: es fundamental cuidarse en las comidas”, aconseja Malaspina.
La rubia escribió en su Instagram, hace unos días: “A los que hablan mal de mí a mis espaldas, gracias. Es señal de que estoy por delante”. Pero, ¿le duele lo que dicen de ella? “¡Noooo! Me río mucho de los comentarios. Los que te insultan son fanáticos camuflados. Y los que viven pendientes de mí, es porque quieren ser como yo… ¡Así que nada más lejos que molestarme! Al contrario: si no me dijeran nada malo, me preocuparía muchísimo”
Muy amiga de Marian Farjat, ex compañera en “la casa más famosa del país”, las dos viajaron hace unos días a Dubai. ¿Solteras? Eso parece…
¿Y el trabajo? “Tengo propuestas para trabajar en el exterior, pero se van a enterar más adelante. ¡No puedo contar nada!”, dice, reservada. Porque ella sabe que tiene toda una carrera por delante. A lo único que le da la espalda es a los comentarios negativos, esos que, pese a su maldad, ya no sorprenden… ¡Allá ellos! Aquí, Romina.