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País

Habló el trapito que fue testigo de la muerte del rugbier: "Lo pasó por encima como si nada"

Es el único testigo del crimen de Genaro Fortunato, atropellado por su novia Julieta Silva a la salida de un boliche en San Rafael hace una semana atrás.

18/09/2017
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Un trapito que trabaja en las inmediaciones del boliche La Mona en Mendoza es el único testigo de la muerte de Genaro Fortunato, el joven rugbier de 25 años que murió hace una semana al ser atropellado por su novia, Julieta Silva (29) a la salida del lugar. La mujer está presa en el penal de San Rafael acusada de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.

“Estaba en la puerta, al frente de la playa. Cuando salen del bar se van caminando. Ella iba un poco más adelante que el pibe. Le pregunto si se iba. Él me dijo que sí, que lo siguiera para que me pagara el auto. Los acompaño y cuando llegamos al frente del auto ella ya estaba adentro del vehículo”, contó el testigo, que dijo que Silva, a su novio, “lo pasó por arriba directamente, como si nada”.

“El auto estaba estacionado en paralelo, no sobre la calle. Ellos estaban hablando ahí, yo estaba parado. Como los vi medio discutiendo me crucé al otro lado de la calle. Ella arrancó el auto. Me quedé del otro lado. La piba metió marcha atrás, él venía a la par. Bajó la ventanilla porque él se la golpeó para pedirle algo y salió ligero. El muchacho se agarró de la parte de la ventanilla y habrá hecho 15 metros hasta caer al piso”, dijo.

De acuerdo al relato del testigo en ese momento la mujer dio una vuelta en U con su Fiat Idea color gris y retomó en dirección hacia su novio. “Cuando sale directamente de ahí, se cae. Cayó con los brazos para atrás, yo lo estaba mirando, me quedo mirándolo; El mueve el brazo para atrás. Cuando miro el auto, ya en 150 metros, la mina había pegado la U en medio de la calle no más, como pegando la vuelta para la ruta. Ahí yo lo quedo mirando, y el auto venía ligerísimo. El pibe estaba en la calle, no le dio ni tiempo de pararse al pibe porque ella lo pasó por arriba directamente, como si nada”, relató.

Silva había declarado ante la fiscal Andrea Rossi que no vio a Fortunato en la calle y que volvió hacia ese lugar porque el celular de su novio había quedado en su cartera. “Fue un accidente”, aseguró Silva. Aunque el testigo dijo en una entrevista con Sitio Andino que al joven se lo veía “claramente” porque la mujer “venía con la luz en alto. El pibe justo quedó bajo una luminaria”, indicó.

El crimen se produjo el sábado pasado a la madrugada después de una discusión entre ambos al salir del boliche La Mona en San Rafael. El origen del conflicto habría sido porque Fortunato iba a terminar su relación con Silva, al enterarse de que iba a ser papá de su exnovia de la infancia, Agostina Quiroga Aranda. La autopsia reveló que el joven murió por aplastamiento de cráneo.