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Espectaculos

Belén Pouchan, dura con Fede Bal: "Es medio canchero y soberbio"

La contorsionista, integrante del staff de bailarinas de "ShowMatch", recordó su affaire con el actor y contó que de chica sufrió bullying.

29/08/2017

Belén Pouchan (25) es una de las revelaciones del Bailando 2017. Forma parte del staff de bailarinas del programa y deslumbró a Marcelo Tinelli (57) con su increíble flexibilidad. Sus habilidades -y su belleza, claro- tuvieron tanta repercusión que llegó hasta la tapa de Playboy. De novia hace dos años, confesó que se besó con Fede Bal (27) y habló de su relación con el actor.

Según su testimonio, el acercamiento con el participante del Bailando fue antes de ponerse en pareja, durante el festejo de cumpleaños de Facundo Mazzei en Villa Carlos Paz: "Con Fede está todo bien. Pasó eso, fue un beso". Y a pesar de este affaire, dijo que tiene "buena onda" con Laurita Fernández (25).

Al ser consultada si le parece "agrandado" algún famoso del Bailando, contestó: "Fede Bal es bastante cancherito. No lo conozco tanto pero veo que es medio canchero y soberbio. Se las manda por lo que veo… Por todo lo que pasó con Laurita. No sé cómo manejó las cosas pero se ve que se las manda".

La bella y joven contorsionista dijo que Fede Bal "no coincide" con lo que busca en una persona para ponerse en pareja. "No me cae mal pero me gusta alguien que no sea del medio, alguien que pueda ser un cable a tierra, que tenga otro intelecto, me hable de otras cosas y tenga otra profesión. En ese momento (cuando se besaron) era chica, me copó, nos dimos un beso. Habíamos hablado un poco pero no fue nada relevante. No fue una súper historia, al tiempo me puse de novia", contó en el ciclo radial El show del espectáculo, conducido por Ulises Jaitt.

Por otro lado, reveló que durante su niñez fue víctima de bullying en el colegio y que, si bien fue duro en su momento, después logró superarlo: "No era de las populares entonces sos re hueca, la rubia tarada. Los chicos son así hasta que te das cuenta que si te hacen eso es porque la otra persona tiene una historia, pero lo aprendí muchos años después".

"En su momento eso como que me bajaba el ego o me daba vergüenza. En gimnasia las chicas me miraban mal por cómo elongaba; siempre fui súper flexible. Y no podía hacerlo porque me miraban mal", concluyó.